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«Hace falta que la gente visite exposiciones de fotografía, aunque no las entienda»

El fotógrafo tarraconense inauguró el pasado sábado la exposición de fotografías ‘Watts In/Out Side’ en el Ayuntamiento de Vila-seca

Ram Giner este viernes en la Sala polivalente del Ayuntamiento de Vila-seca.

«Hace falta que la gente visite exposiciones de fotografía, aunque no las entienda»C.S.

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—¿Qué es Watts In/Out Side?

—Es una fusión de dos exposiciones anteriores. Por una parte, una del Scan Tarragona del año pasado, y de la otra una que hice en el Espai Turisme, que se llamabaFanals. Watts es un pequeño homenaje a la luz artificial, a las bombillas. Siempre decimos que el Mediterráneo tiene una luz muy chula y limpia, pero esta luz da sombras, y lo que la gente fotografiamos, en realidad, son estas sombras. La primera parte, Inside, son fotografías hechas la mayoría dentro de mi casa, algunas casi sin moverme del sofá, fotografías de aquellas que no las buscas, sino que se te presentan. Outside son fotografías de la Parte Alta de Tarragona, donde siempre hay alguna farola.

—¿Cree que esta exposición puede ser una buena síntesis de la fotografía de Ram Giner?

—Sí, estoy convencido. Yo trabajo muy oscuro, el blanco y negro lo he hecho muy mío, lo tengo muy personalizado. Esta exposición es una secuencia de mi forma de trabajar y de ver el mundo. Medio de cachondeo, yo siempre digo que A veces veo colores. Cuando aprieto el obturador, estoy viendo el otro lado en blanco y negro. Siempre tiro en color, pero sabiendo que lo convertiré en un blanco y negro muy personalizado. Muchas veces, también escondiendo en la oscuridad aquello que no me interesa que salga, sólo dejando iluminado lo que quiero que se vea.

—¿Siempre tiene una intención, a la hora de disparar, o impera una visión más puramente artística?

—A veces, si no hay una intención, ya ni hago la foto. Soy de aquellas personas que, cuando todo el mundo hace doscientas fotos, yo hago veinte, pero porque no he visto más. Hago pocas fotografías. De la exposición, las fotos que hice en mi casa, si hay quince expuestos, quizás hice veinte. Por otra parte, me gusta mucho jugar con las segundas lecturas, la parte artística de la fotografía me gusta, yo no soy fotoperiodista. Ahora bien, ¿cuando una foto es artística y cuando no lo es? Si una fotografía muestra la realidad, eres fotógrafo. Si aquella foto la manipulas, juegas con la oscuridad, la pasas a blanco y negro, ya entras dentro del mundo del artista.

—Las redes sociales se han convertido en un gran escaparate, también para la fotografía. ¿Qué relación tiene, con ellas?

—Para mí hay ámbitos muy diferenciados. En Instagram tengo una cuenta, y puedo jurar que el 100% de las fotos que cuelgo están hechas con el móvil y manipuladas con el móvil. Para mí no es un escaparate de fotografías hechas con una cámara de miles de euros. Yo hago la foto y la cuelgo, y no me preocupa tanto la calidad. En Facebook tengo una cuenta que se llama Ram Giner, donde cuelgo mis cosas, y otra que es Espacio Ramo Giner. Quien quiera conocer mis fotografías, que vaya allí. Pero no me interesan los Likes, hacer Me gusta sólo quiere decir que lo has visto, me interesan más los comentarios. Con las redes sociales hemos descubierto a muchos fotógrafos y han enseñado a ver mucha fotografía, aunque también hay mucha paja.

—Aún asi, ¿cree que las exposiciones todavía tienen un valor inasumible para las redes?

—Sí, empezando por el olor del papel. Después, una fotografía, cuando la plasmas en un soporte, gana mucho. Puedes tener una fotografía muy bonita, pero si no eres capaz de enseñarla en un soporte adecuado, aquella fotografía pierde valor. Para mí, un revelado bien postitivado sobre papel es un 50% de la foto. Pero las exposiciones son, lastimosamente, poco visitadas. Va muy poca gente, y además, con el espíritu del Me gusta o no me gusta. Después, en Tarragona, no hay espacios fotográficos, todo son sitios reaprovechados. Muchos tenemos fotografías a punto para colgar, pero no tenemos sitio donde colgarlas. Pero es recomendable que la gente vaya a ver exposiciones aunque no las entienda. Y si puedes hacer a una visita guiada, entonces, ¡chapeu! A veces, haces visitas guiadas y te das cuenta de que la gente lee una historia que no es la que tú has escrito. ¿Eso es bueno? No lo sé. ¿Quién está equivocado? Tampoco lo sé y, por lo tanto, soy feliz así.

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