Sociedad
La Agència de l'Habitatge invertirá 500.000 euros para acabar con las grietas de Constantí
El Ayuntamiento también actuará reforzando los cimientos de todo el barrio Centcelles
Constantí quiere cerrar la problemática de las grietas que arrastra el municipio. La Agència de l'Habitatge de Catalunya calcula aportar 500.000 euros en concepto de subvenciones. Así se ha acordado en una reunión este martes en Barcelona. Esta partida presupuestaria se destinará exclusivamente a los bloques de pisos del barrio Centcelles, donde las grietas y la angustia de los vecinos han ido a más. Esta promoción de viviendas de protección oficial construida en los años setenta en el nordeste del núcleo urbano conforma nueve islas de casas, con un total de 600 pisos. Las ayudas se priorizarán en las escaleras con mayor afectación -hay grietas de medio palmo. En algunos bloques no hay comunidad de vecinos. El Ayuntamiento, que hace de intermediario entre vecindario y Generalitat, garantiza que la solución llegará pronto, «en un futuro a medio plazo». En enero se firmará el acuerdo con la Generalitat y se empezarán a tramitar las subvenciones con previsión de ejecutar obras a finales del próximo año.
En casa de Juan Díaz y Silvia Sánchez no hay alfombra de bienvenida. En su lugar han tenido que colocar un trozo de mármol para tapar el agujero que separa su piso del rellano de la escalera. Pasan los cinco dedos de la mano. Planchas de aluminio, porexpán y espuma inyectada entre rellanos. Los vecinos se las ingenian para intentar tapar unas grietas que incluso dejan entrever el exterior del edificio. «Mi madre tiene miedo de venir a mi casa», dice Silvia.
Viven con sus hijos, desde hace veinticinco años, en el último piso de uno de los bloques más afectados. Las grietas, en el suelo y paredes, se van ensanchando a medida que las escaleras siguen hacia arriba, hasta el tejado. Cae agua cuando llueve. Añadiendo dejadez y falta de luz en la escalera -por falta de comunidad de vecinos-, Juan reconoce que no quiere recibir visitas «por vergüenza». Constituir las comunidades es una cuestión pendiente que complica todavía más una situación que les desespera.
Ibrahim también vive con su mujer y tres hijos en este mismo bloque , el número 1 de la calle de los Horts. «La mujer se rompió la rodilla por culpa de eso», lamenta el vecino. Todos ellos mantienen un alquiler muy económico con Adigsa. «No queremos marcharnos de nuestra casa», manifiestan. «I si lo tenemos que hacer, que nos faciliten un piso asequible», añaden. A pesar de ser un problema con el que conviven de hace años, nunca ha hecho falta desalojar a ningún vecino de Centcelles.
En las paredes de las escaleras se ven las últimas marcas -con fecha de octubre de este año- hechas por los técnicos para controlar la evolución de unas grietas que traen de cabeza al Ayuntamiento, a causa de las arcillas expansivas que gobiernan en el subsuelo del término. El polideportivo, la escuela, el depósito de agua o la iglesia parroquial -competencia del Arzobispado- son buen ejemplo de esta problemática que hace años, e incluso décadas, que persiste en Constantí.
La diversidad de administraciones implicadas provoca lentitud a la hora de buscar mejoras. La Agència de l'Habitatge al ser en parte propiedad del grupo Centcelles, se hace cargo de las obras de reforma -la mayoría de inmuebles, un 80%, ya son de propiedad privada. «En el Ayuntamiento no tenemos las herramientas para hacer frente a un problema de esta magnitud, pero estamos muy bien coordinados», afirma el alcalde de Constantí, Òscar Sánchez, en declaraciones al ACN.
Un primer presupuesto estimativo, de ahora hace dos años, dictaminaba una actuación de 5,7 millones de euros para reforzar los cimientos de todo el barrio entero. Ahora el presupuesto se ha ajustado para arreglar, en primer lugar, los espacios de mayor urgencia. La mayoría de personas que residen en esta zona, con mucha inmigración, tienen pocos recursos y no pueden asumir el coste de las obras. En el casco antiguo se han producido algunos derrumbamientos en inmuebles viejos y deshabitados.
El Ayuntamiento tiene previsto convocar a los vecinos de Centcelles en una reunión conjunta para informarles de la situación actual. El alcalde asegura que las grietas no suponen ningún peligro para la población y que son un problema «más estético que de seguridad». A la vez niega que las obras del AVE y de la A-27 desencadenaran más movimientos, tal como apuntaban algunas voces, y que se debe únicamente a un subsuelo que se contrae y se dilata en función de la humedad.