Historia
Los primeros trabajos de excavación confirman «la excepcionalidad» del yacimiento ibérico de Banyeres del Penedès
El equipo de arqueólogos cree que podría tratarse de una ciudad donde vivían «las élites de la Cossetània oriental»
Los restos encontrados a las primeras excavaciones en el poblado ibérico descubierto en Banyeres del Penedès (Baix Penedès) confirman «la excepcionalidad» del yacimiento.
Así lo ha apuntado este martes el arqueólogo Jordi Morer, que codirige el equipo que se ha encargado de los trabajos. Morer ha explicado que el «buen estado de conservación» de los muros y del yacimiento en general confirman que el lugar «podría aportar mucha información de como se vivía hace 2.500 años».
La extensión del yacimiento, que llega a las 4,5 hectáreas, los muros de defensa que se han localizado y las grandes casas de hasta 4 habitaciones hacen pensar a los arqueólogos que en este poblado, que habría estado ocupado entre los siglos VII y II aC, vivían «a las élites de la Cossetània oriental».
El yacimiento ibérico que se encontró el año 1998 en Banyeres del Penedès sigue siendo una fuente de sorpresas para los arqueólogos que trabajan. Si las prospecciones hechas con un georradar hace un año ya determinaron que se trataba de un poblado extraordinario, las excavaciones hechas a mano estos días por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Barcelona lo han confirmado.
Jordi Morer, uno de los arqueólogos que dirige este equipo, ha explicado que se trataría de una «ciudad importante» de la zona que se conoce como Cossetània oriental. La capital de este asentamiento fue el poblado de Kesse, en Tarragona, que ocupaba nueve hectáreas. Se cree que el de Banyeres del Penedès, por la extensión de 4,5 hectáreas, «hacía la función de capital comarcal».
Los primeros hallazgos hacen pensar que en este lugar vivía a «la casta» de los cossetans, como lo ha definido Morer. El tamaño de las casas, los restos de vajilla de importación encontrados y la doble muralla localizada, hacen pensar que pueda ser así.
El buen estado de conservación de los restos que han salido a la luz con las excavaciones harán que este yacimiento sea una fuente de información «muy importante» para entender cómo vivían los íberos hace 2.500 años. Precisamente es este grado elevado de conservación el que hace que este poblado sea «excepcional», ha explicado Morer.
Según el arqueólogo, esta buena conservación se debe al hecho de que, a diferencia de otros yacimientos ibéricos que se han encontrado en Cataluña, este no ha sufrido los efectos de un asentamiento humano encima, sino que el espacio que ocupa ha sido hasta ahora un campo de cultivo.
Que este yacimiento pueda aportar mucha información arqueológica también será gracias a los niveles de incendio que se han detectado. Como ha explicado Jordi Morer, los niveles de incendio dan mucha información «porque se conserva más material que cuando las viviendas se dejan voluntariamente». Contrariamente, sin embargo, estos niveles de incendio detectados harán que las tareas de excavación sean «más lentas».
Búsqueda de financiación
Las excavaciones en estos terrenos continuarán, «si hay financiación», el próximo mes de febrero, ha apuntado a Morer. Por su lado, el alcalde de Banyeres del Penedès, Andreu Benach, ha explicado que la tarea del gobierno municipal la centran ahora al buscar subvenciones en otras administraciones para continuar con los trabajos.
Estas ayudas, ha avanzado Benach, podrán venir de los fondos europeos FEDER o de la partida del 1,5% cultural del gobierno central. Benach no ha descartado también buscar el apoyo de empresas privadas que puedan estar interesadas en financiar los trabajos.
Antes de eso, sin embargo, la prioridad es cerrar el perímetro del terreno «para evitar que siga entrando gente con detectores de metales», ha dicho al alcalde. Este cerrado costaría unos 60.000 euros y el gobierno de Banyeres espera que sea una inversión que pueda asumir la Diputación de Tarragona.
Al mismo tiempo, el alcalde cree que a finales del año 2020 o durante los primeros meses del 2021 ya se podrán hacer las primeras visitas escolares al yacimiento.