Sociedad
Las 'colles castelleres' buscan blindarse de las agresiones machistas con protocolos de prevención y actuación
Uno de los grupos pioneros al impulsar una Comisión de Igualdad propia es la de los Xiquets de Tarragona
Los grupos castellers han emprendido los últimos tiempos planos de prevención y actuación por initentar blindarse contra las agresiones machistas. De hecho, desde la misma Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya (CCCC) impulsaron hace casi dos años una comisión para agrupar iniciativas que algunos grupos habían empezado por separado y que servía como punto de partida para las que se lo planteaban. Actualmente ya son 23 las agrupaciones que forman parte de la comisión, la más numerosa de las diversas que tiene la Coordinadora. Los Castellers de Vilafranca, Xiquets de Tarragona, Minyons o la Vella de Valls trabajan desde hace un tiempo y grupos universitarios como los Ganàpies de la UAB fueron pioneras. Todas constatan a ACN que la existencia de protocolos de actuación han generado un cambio positivo en las dinámicas de los grupos.
La vicepresidenta de la CCCC y responsable de la comisión de equidad, Inés Solé, explica que uno de los objetivos del grupo de trabajo es tener todas las herramientas necesarias para solucionar situaciones de este tipo, en caso de que se produzcan en el entorno casteller. «Se tiene que trabajar contra el racismo, la homofobia o situaciones de género. Los castells son una actividad muy peculiar, donde hay un contacto físico que nunca ha supuesto un problema, pero los grupos son un reflejo de la sociedad y de sus problemas», explica.
Los Xiquets de Tarragona, entre los pioneros
Uno de los grupos pioneros al impulsar una Comisión de Igualdad propia es la de los Xiquets de Tarragona, de la cual también forma parte Solé. La crearon hace un par de años un grupo de castelleres para tratar agresiones que se pueden dar en el ámbito casteller y fue aprobada por la junta directiva de la entidad. A principios de esta temporada la presentaron en el resto del grupo e informaron de su trabajo.
Uno de los elementos que han desarrollado es un protocolo, que contempla diferentes vías de actuación en caso de que se produzca una situación indeseada. «El objetivo del protocolo es la prevención, y entiende como agresión el hecho de que una persona se sienta agredida, ya sea por insultos o miradas. No hace falta que haya un contacto físico y no tiene que ser sólo hacia la mujer. También puede ser por actitudes racistas o contra LGTBI», señala a Aitana de la Varga, miembro de la Comisión de Igualdad y de la junta directiva de los colchoneros.
Para hacer más evidente su presencia entre los miembros del grupo, desde este año lucen un brazalete lila a los ensayos, actuaciones y en las actividades de ocio en las cuales también se puedan producir agresiones de estas características. Aparte, han puesto en servicio un número de teléfono a fin de que se puedan denunciar acciones de manera más confidencial. «La persona agredida puede ponerse en contacto con nosotros, pero también puede ser una tercera persona la que denuncie, o algún compañero de la víctima puede venir a informarnos», detalla Irene Llatse, miembro de la Comisión de Igualdad. Llatse apunta que hasta ahora el teléfono no ha recibido ningún mensaje, pero reconoce que ha habido personas que las han contactado después de haberse sentido agredidas.
En caso de que se haya podido identificar la persona agresora, los miembros de la comisión valoran si es adecuado ir a hablar para solucionar el problema desde la mediación. De todos modos, «en última instancia se puede hablar con la policía», señala De la Varga, ya que el autor de los hechos puede no ser un integrante del grupo. En caso de que lo fuera, la junta directiva tiene la potestad de sancionarlo, o expulsarlo.
La Colla Vella dels Xiquets de Valls, en fase de diagnosis
En la misma línea que los Xiquets de Tarragona está trabajando la Colla Vella dels Xiquets de Valls. En su caso han puesto en marcha un grupo de trabajo, que nace a través de la comisión de la CCCC. Lo han impulsado un par de chicas del grupo, preocupadas por la posibilidad de que hubiera situaciones de este tipo dentro de la entidad. Una de ellas es Marta Linares, que afirma que el trabajo hecho hasta ahora les ha servido «para remover experiencias» y unirse.
Linares reflexiona que las mujeres son minoría en la Vella y se han dado cuenta de que en ocasiones «cuando se quedan embarazadas cuesta mucho que vuelvan al grupo». La presencia femenina, de hecho, es más reducida a partir de los 30 años que en franjas de edad inferiores. La creadora del grupo de trabajo señala que a partir del trabajo que han desarrollado en los últimos meses han conseguido que se haya equilibrado la presencia de mujeres en diferentes posiciones de los castells, hecho que les permite tener «más oportunidades». «Hay que hacer entender al grueso del grupo, que tienen más edad, que no es un ataque a los hombres, sino que el qué se pretende es convivir en igualdad de condiciones», especifica.
Con todo, todavía se encuentran en una fase de diagnosis, de «ver la salud del grupo en perspectiva de género y recoger experiencias de todo el mundo». «Hay que ver cómo somos, y a partir de aquí crear planes de actuación, protocolos para casos de agresiones y hacer un plan de igualdad, como en la mayoría de empresas grandes,» razona Linares. Desde la CCCC, precisamente, acompañan a los grupos en esta línea. Solé se felicita por el hecho de que todas las entidades «siempre han respondido con mucha contundencia» ante actitudes sexistas, homófobas o racistas, y que el trabajo de las diferentes comisiones de las entidades «ha enriquecido a todo el mundo».