Asuntos Internos concluyó que la investigación sobre los policías de Vila-seca era insuficiente

La División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra concluyó que la investigación sobre los policías locales de Vila-seca que presuntamente agredieron a un hombre era insuficiente. El sostsinpector que elaboró la información reservada contra Morón y Cunillera ha declarado que los sorprendió que se obviaran informaciones clave en el atestado que se trasladó al juzgado. Según él, que se hiciera una instrucción «muy escasa» y que se aportaran «tan pocas diligencias» en el juzgado precipitó el archivamiento del caso.

En más, este miércoles el abogado de Morón ha insinuado que los máximos responsables de la región -el ningún Jaume Giné y la subjefe Rafel Comes- la querían destituir porque estaban enemistados y competía con ellos para ser comisario, un rango que finalmente sólo alcanzó Comes.

El subinspector de Asuntos Internos ha relatado que detectaron que Cunillera no había plasmado algunas diligencias o referencias relevantes al atestado que presentó al juzgado. Ha puesto de ejemplo las manifestaciones del responsable de seguridad de la discoteca Pachá, el cual había dicho a la cabo apartada de la investigación que la víctima había salido de la discoteca sin ninguna lesión y que la última vez que lo había visto se iba en el coche patrulla de la Policía Local. El mosso también ha dicho que se podrían haber hecho más gestiones para citar a declarar a este vigilante de seguridad, a quien Cunillera dijo que no podía localizar, o que se podría haber tomado declaración en los agentes sospechosos para ver si se contradecían.

A Asuntos Internos también los sorprendió que no constaran al atestado las informaciones proporcionadas por el confidente anónimo -también agente de la policía de Vila-seca-, sobre la implicación de los policías en la agresión. El subinspector ha expuesto que la jueza difícilmente habría archivado el caso si el atestado hubiera sido más completo. «Hubiera visto que la minuta de los agentes de la Policía Local explica una historia completamente diferente a la del responsable de seguridad de la discoteca y a la información del informador», ha resumido al subinspector. Además, también ha cuestionado que no se transcribiera la llamada que hicieron los presuntos agresores desde el teléfono de la víctima y que no se comprobara que el audio aportado al juzgado no se escuchaba correctamente.

Las defensas, sin embargo, sostienen que, cuando el sargento Cunillera redactó el atestado para entregarlo al juzgado, la cabo no había registrado la conversación en el libro de telefonemas de la policía y, por lo tanto, no disponía de esta información. Además, Cunillera se quejó de que le había «reventado» la investigación porque, sin que él lo supiera, se había pedido en los agentes sospechosos que entregaran una minuta sobre la actuación de aquella noche. Por lo tanto, sostiene la defensa, se los había puesto en alerta que alguien investigaba los hechos.

El tribunal reprocha a la defensa que plantee una «teoría de la conspiración»

Durante la vista han sido recurrentes las preguntas a varios testigos sobre las presuntas intenciones de lo entonces ninguno de la región, el intendente Jaume Giné, de «destituir» al intendente Morón. Uno de los que ha afirmado que le constaban movimientos en esta línea ha sido el actual ninguno del ABP del Tarragonès, el inspector Ramon Franquès, que ha declarado como testigo a propuesta de la defensa. Un responsable del sindicato SICME también ha revelado que Morón le había trasladado que tenía mala relación con Giné y que se planteaba denunciarlo por acoso.

El actual director de los servicios territoriales de Interior e intendente de los Mossos en excedencia, Joan Carles de la Monja, también ha confirmado que la relación profesional entre Morón y Giné «no era del todo buena» y que en el entorno policial se comentaba la posibilidad de que se lo quería destituir. «Había una mala relación y las opiniones sobre Morón no eran favorables, pero no sé si eso respondía a una campaña de desprestigio o no», ha declarado.

De la Monja también ha opinado que los tres aspirantes «claros» de Tarragona para ascender al rango de comisario eran Giné, Comes y Morón como principales mandos en la región, y ha dicho que unos hechos que los desprestigiaran podían ir en contra de sus intereses a la hora de conseguir afrontar el proceso selectivo, dado que es de libre designación. En este punto, el presidente del tribunal ha advertido a la defensa que no permitirá que siga denunciando «una teoría de la conspiración» contra los procesados.

Además, el juez ha vuelto a reñir las defensas para centrar sus interrogatorios al cuestionar la cabo que fue apartada del caso. De hecho, respondiendo a preguntas del abogado de Morón, el inspector Franquès ha dicho que, con posterioridad a los hechos, la intervención de la cabo en otra investigación generó un conflicto entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Reus.

El director de los servicios territoriales, que también ha declarado a propuesta de la defensa de Morón, ha declarado que nunca vio que el intendente cometiera alguna irregularidad o que intentara encubrir algún asunto. Otros miembros del cuerpo también han respondido lo mismo en relación a esta cuestión.

El confidente temía represalias y decía que los rumores sobre la agresión los sabía «todo el mundo»

Por su parte, el confidente de la cabo de los Mossos ha explica que, como él también era agente de la Policía Local de Vila-seca, no quería que se hiciera público su nombre o que se pudiera saber que él había aportado información sobre el caso. «Temía represalias, que me abrieran expedientes o que me hicieran la vida imposible. Creía que, en una comisaría pequeña, si salía yo como iniciador de alguna cosa me harían el vacío y me causarían problemas», ha declarado a las preguntas del fiscal.

El agente, que actualmente trabaja en otro cuerpo policial, ha dicho que el tema de la presunta agresión de los agentes era «el tema de cotilleo del momento». El policía ha puesto de ejemplo el hecho de que «si estabas hablando del tema con alguien y venía un cabo nos decía que paráramos de hablar del tema». «Por qué tenía que ser yo quien lo denunciara a un superior si ya lo sabía todo el mundo», ha justificado a la defensa.

Además, este miércoles también ha declarado el jefe de la Policía Local de Salou, el inspector José Luis Gargallo, quién ha dicho que la cabo actuó de forma «anormal» en la comisaría, dado que intentó obtener la grabación de la llamada de los agentes implicados en la paliza sin seguir «el canal legal», que se mostró «evasiva» y que no quería informar de los motivos por|para los cuales requería el material. Finalmente, Gargallo ha dicho que facilitaron la grabación de la conversación a los Mossos después de recibir una solicitud formal del jefe de la comisaría.