El exjefe de los Mossos niega haber frenado la investigación sobre los policías de Vila-seca

El exjefe de los Mossos en el Tarragonès, el intendente Jaume Morón, ha negado que intentara evitar la investigación sobre los dos policías locales de Vila-seca que presuntamente apalearon a un joven en el 2013. «Si lo hicieron, ojala los condenen. Nunca he tenido interés en paralizar ninguna investigación, va en contra de mi ADN», ha declarado en el juicio que se hace en la Audiencia de Tarragona. El intendente ha insistido en que siempre ha actuado correctamente y que, a su parecer, todo responde a la intención de los jefes de la región policial -el jefe Jaume Giné y el subjefe Rafel Comes- de destituirlo. Morón también ha dicho que la cabo que empezó a investigar los hechos nunca le habló de ningún confidente, sino de «rumores».

En este sentido, el exjefe del Tarragonès ha dicho que «nunca en la vida» exigió a la cabo que le revelara la identidad de este supuesto confidente porque no tenía constancia de su existencia. Además, ha asegurado que si la cabo le hubiera trasladado sospechas sobre los agentes le hubiera dicho que lo pusieran todo en manos del juzgado para que fuera el juez quien decidiera como proceder.

El intendente también ha afirmado que, por «inexperiencia», la cabo cometió algún «error determinante» para la investigación que puso en preaviso a los agentes de Vila-seca sospechosos. Además, ha dicho que no entiende por qué se sintió despreciada cuando designó como instructor del caso al cabo de la Unidad de Investigación, el sargento Cunillera, ya que en casos complejos se suele proceder así.

Morón también ha apuntado que uno de los motivos que dio a la cabo es que ella vivía en Vila-seca y podía tener «problemas» en el pueblo si seguía instruyendo el caso. «Mi obligación es garantizar la seguridad de los policías que trabajan conmigo», ha defendido Morón. Sin embargo, el intendente ha negado en varias ocasiones que prohibiera a la cabo seguir investigando los hechos.

Por otra parte, el intendente ha afirmado que sus jefes «iban locos» por destituirlo y que tenía miedo de que «manipularan» a la cabo. Según Morón, en el 2015 la cabo dijo «por supervivencia» al entonces subjefe Rafel Comes que no se había investigado bien. «Se debió sentir presionada o cuestionada por como inició la investigación y su tabla de salvación debió ser decirle que yo le había dicho que no investigara», ha declarado.

En esta línea, Morón ha insistido que el informe que el ahora comisario Rafel Comes entregó a la División de Asuntos Internos «no tenía sentido». Morón, que actualmente es el jefe del ABP Baix Camp - Priorat, también ha declarado que él no ha hecho nunca tareas de investigación y que no supervisó el atestado instruido por el sargento Cunillera dónde, según la fiscalía, se omitieron datos clave para que el juzgado acabara archivando el caso.

A la espera de la declaración del sargento Xavier Cunillera y de la presentación de los informes de las partes, el intendente Jaume Morón y el propio Cunillera se enfrentan a cinco años de prisión, siete de inhabilitación y 7.200 euros de multa por supuesta omisión del deber de perseguir delitos y falsedad documental.