Más trabajadores se suman a la huelga convocada a la empresa de limpieza Tempo

Entre el 80 y el 90 por ciento de los trabajadores de la empresa de limpieza Tempo Facility Services S.L., que mantiene retrasos constantes en los pagos de nóminas, participaron ayer según el comité de huelga en el inicio de la segunda semana de protestas. Una parte se concentró delante de la sede de la Delegación del Gobierno en Tarragona con el fin de hablar con representantes de la Generalitat, una de las administraciones para las cuales Tempo ofrece sus servicios, a través de los casales de las personas mayores. La falta de información que tienen por parte de la compañía y de las instituciones ha hecho que más trabajadores se sumen a la huelga, tal como asegura el presidente del comité, Manolo Carmona. «La empresa no coge el teléfono a nadie, dicen que no tienen dinero y que quieren rescindir los contratos, y las administraciones nos dicen que esperamos, pero el que más espera es el trabajador», afirma.

La versión de querer rescindir los contratos –que permitiría volver a convocar un concurso y subrogar a los actuales empleados en otra empresa que sí que dispusiera de liquidez– choca con otra expresada ayer por la misma Generalitat: Tempo estaría pensando en tramitar un concurso de acreedores, anteriormente conocido como suspensión de pagos.

La segunda semana de huelga empezó ayer en la misma línea que la primera: ir a presionar a las administraciones para que restrinjan sus contratos. Aseguran que desde la concesión no han cobrado según lo que marca el convenio y, de hecho, la última nómina –la de octubre– se la abonaron el 22 de noviembre. Con respecto a los sueldos de noviembre y diciembre, está pendiente todavía saber si se podrá hacer efectiva, excepto dos de los centros de trabajo donde actúa Tempo. En la Canonja y en la Pobla de Mafumet han sido los mismos ayuntamientos los que han abonado las pagas.

Mañana, el comité se dirigirá al Ayuntamiento de Salou para intentar hablar con su alcalde, Pere Granados y, si este no lo recibe, amenazan con hacer oír su voz al plenario, que tendrá lugar el miércoles en el mismo edificio.

Otra de las quejas es como se están comunicando los servicios mínimos de limpieza. «Ahora los envían por correo electrónico, que es totalmente ilegal», detalla Carmona.