La C-37 entre Alcover y Valls, el tramo con más accidentes en Cataluña

Un tramo de 6 kilómetros en la C-37 entre las localidades de Alcover y Valls (Alt Camp) es el que registra el mayor índice de accidentalidad de Cataluña con una media de 2,3 accidentes mortales al año, según el estudio anual de las carreteras catalanas que ha dado a conocer el RACC este miércoles.

El estudio ha sido presentado en un acto celebrado en la sede del club automovilístico en Barcelona, en qué han participado el presidente del RACC, Josep Mateu, el director de la Fundación del RACC, Lluís Puerto, el director de Servei Català de Trànsit, Juli Gendrau, el director general de Movilidad de Infraestructuras de la Generalitat, Xavier Flores, y el presidente delegado de Movilidad y Urbanismo de la Diputació de Barcelona, Pere Pons.

«El informe tiene la pretensión de analizar la accidentalidad en las carreteras catalanas», ha explicado Lluís Puerto, que ha indicado que la muestra analizada es del 53% de la red de carreteras de Cataluña (6.368 km), por la que circula un 90% de la movilidad de la comunidad.

Puerto ha resaltado que el dato más destacado del estudio es «el estancamiento de la reducción de la accidentalidad» en los últimos 4 años, parando una tendencia a la baja que se mantenía desde el año 2000.

Este estancamiento se ve en el número de víctimas mortales al año en vías interurbanas, que iba bajando desde el comienzo del nuevo milenio, cuando la cifra era de 680 muertos al año, y que marcó su mínimo en el 2014, con 157; manteniéndose desde entonces en una cifra próxima a las 200 víctimas (el 2018 fueron 192).

Según el presidente de RACC, Josep Mateu, los motivos de este estancamiento son «el aumento de la movilidad después de la crisis, la falta de renovación de los vehículos en funcionamiento y las distracciones que genera el mal uso del teléfono móvil».

El estudio ha listado los 10 tramos de las carreteras catalanas con un índice de accidentalidad más grande en proporción al número de vehículos que circulan por estos tramos que sitúa en segundo lugar, por detrás de la C-37 entre Alcover y Valls, un tramo de la BV-5001 entre Martorelles y Vilanova del Vallès (Vallès Occidental) y en tercer lugar un tramo entre Alp (Cerdanya) y la frontera francesa.

Al revés, los tramos con menos riesgo de accidentalidad son la C-36 entre Llagostera y Platja d'Aro y la C-16 entre Sant Cugat de Vallès y Terrassa.

Con respecto a los lugares con más concentración de accidentes -que lo son por número absoluto de accidentes y no por su proporción con respecto al número de vehículos que los transitan- el informe coloca en la cima de la lista un tramo de 7 kilómetros de la C-58 entre Barcelona y Cerdanyola de Vallès, con una media de 7 accidentes mortales al año.

La mayoría de tramos que completan la lista de concentración de accidentes se encuentran en el área metropolitana de Barcelona, y responde a un «mayor volumen de circulación», según ha explicado el presidente delegado de Movilidad de la Diputación de Barcelona, Pere Pons.

«Otro dato que nos preocupa es el alto índice de accidentalidad de las motocicletas y ciclomotores», ha continuado Puerto en su exposición del estudio. «Las motos representan sólo el 5% de la movilidad en Cataluña y, en cambio, están presentes en un 43% de los accidentes con víctimas graves o mortales», ha explicado.

Desde el año 2013, los accidentes de moto y ciclomotor han aumentado un 47%: en el 2013 hubo 1.565 accidentes por los 2.306 del año 2018, según recoge el estudio. «Para nosotros, reducir la accidentalidad de los usuarios de motocicletas y ciclomotores es una absoluta prioridad», ha manifestado Juli Gendrau, director del Servei Català de Trànsit.

Con respecto a la distribución por provincias de la accidentalidad, la de Lérida es la que tiene más tramos marcados por el estudio como de «alto riesgo» y «muy alto riesgo» (un 44% de la red vial), mientras que Tarragona es la provincia más segura con sólo un 20% de sus carreteras catalogado con las mencionadas etiquetas de riesgo.

En el global, en Cataluña hay 1.910 kilómetros de carretera con un riesgo «alto» o «muy alto» de accidente mortal, según el estudio del RACC.

Para finalizar la presentación del estudio, Puerto ha señalado que a falta de contabilizar los accidentes del 2019, «será imposible alcanzar el objetivo de un 50% de descenso de la accidentalidad que la Unión Europea había establecido para el periodo 2010-2020». El director de la fundación del RACC ha apuntado que la previsión es cerrar la década con «un descenso del 28% de la accidentalidad» con respecto a la década anterior.

El director de Infraestructuras de Movilidad de la Generalitat, Xavier Flores, ha cerrado el acto con una alocución final en que ha emplazado a todos los actores a «seguir trabajando» para llegar a este «objetivo de víctimas 0 de cara al año 2050».