Tradición
El Pesebre Viviente de la Pobla de Montornès celebra un «muy buen año»
Ayer se celebró la cuarta jornada de representaciones, en las que centenares de personas han podido disfrutar de los espectáculos
La colina de la Ermita de la Virgen de Montornès acoge, un año más, el Pesebre Viviente de la Pobla de Montornès, un espectáculo que se puede ver desde 1976 y que está organizado por la AssociacióPessebre Vivent de la Pobla Montornès. Su presidente, Alfred Rofes, explica que 2019 «ha sido un muy buen año» ya que ha habido «un tiempo espléndido» en las primeras jornadas. Las representaciones –cuatro por día–, empezaron el pasado 22 de diciembre y continuarán el 1 y el 6 de enero.
El Pesebre Viviente cuenta con más de una decena decuadros, escenas bíblicas en movimiento, habladas, con vestuario de la época y música gravada. Cada pase tiene un límite aproximado de 150 visitantes, que tienen que pagar un precio de entre 4 (de 8 a 14 años) y 7 euros (a partir de 14 años). El precio incluye caldo caliente, infusiones, tostadas y vino, en una propuesta cultural que tiene una duración aproximada de 40 minutos.
Rofes destaca que este año «no ha llovido ni ha hecho frío» y que el ritmo de afluencia ha sido, de momento, «parecido a la del año pasado». Los que repitan, podrán ver cómo se ha hecho mantenimiento de los cuadros y se han hecho mejoras en el agua y la balsa de las lavadoras. De cara a otras ediciones, sin embargo, quieren controlar mejor la venta de entradas –actualmente también por Internet, a través de www.pessebresvivents.cat – ya que hay visitantes que reservan para un pase en horario determinado y, al final, pueden ver trastocados sus planes. De momento, la entrada es por orden de llegada, un hecho este alque desde la organización están intentando encontrar solución.
El día 6, el más especial
Una vez los Reyes Magos hayan conseguido repartir todos los regalos la noche del 5 de enero, el día siguiente día 6, estos estarán en el Pesebre Viviente de la Pobla de Montornès. «Eso lo hacemos cada año y es importante que la gente lo sepa, porque sólo lo hacemos este día». Los Reyes Magos de Oriente hacen la tradicional ofrenda al niño Jesús en uno de los cuadros bíblicos de la representación del Pesebre.
Al fin y al cabo se puede disfrutar a un kilómetro escaso del núcleo del pueblo, un lugar totalmente natural rodeado de vegetación, pinos y algarrobos al lado de una antigua masía.