El Gobierno reclama al Estado las mismas prestaciones en el corredor ferroviario Barcelona-Valencia que en el Barcelona-Madrid

El Departament de Territori i Sostenibilitat ha reclamado al Estado dotar el corredor Barcelona-Valencia de las mismas prestaciones que tiene lo que une Barcelona con Madrid. Lo ha hecho a través de alegaciones en el estudio informativo del Ministerio de Fomento para la implantación del ancho internacional en el tramo Castellón-Tarragona donde reclama definir una nueva plataforma ferroviaria para el alta velocidad para conseguir estas mismas prestaciones. Además, ha reclamado una programación de actuaciones en el Corredor Mediterráneo «consensuada con las administraciones y los agentes sociales y económicos del territorio».

La previsión es una velocidad para el corredor Castellón-Camp de Tarragona de 200-220 quilómetros por hora, una velocidad que desde Territori han considerado «insuficiente para las necesidades y potencialidad del corredor Valencia-Barcelona, así como un agravio comparativo en relación con las prestaciones de corredores similares como son las líneas de alta velocidad Madrid-Valencia o Madrid-Barcelona», ya que permiten la circulación de trenes a 300-350 quilómetros por hora. La conselleria ha apuntado que se podría hacer el trayecto Barcelona-Valencia en una hora y media, cuando actualmente el tiempo previsto es de dos horas y cuarenta minutos.

En el escrito de alegaciones, el Govern considera que el estudio «sufre de una falta de reflexión global» que abarque, como mínimo, la red que transcurre por Cataluña y que permita «encajar la actuación en un conjunto de varias actuaciones a corto, medio y largo plazo y permita entender mejor cuáles son los objetivos y como se acabarán alcanzando».

La sustitución del ancho ibérico por el internacional es una actuación que no se había hecho hasta ahora al Estado. Al respecto, la Generalitat ha afirmado que la planificación y programación tiene que abordar como mínimo en qué otros tramos se tiene que implantar el nuevo ancho estándar, priorizando la conexión con la red europea hacia el sur de manera progresiva. También apuesta por analizar aspectos más concretos como la circulación para los trenes de 750 metros de longitud, los cuellos de botella de la red, el paso de mercancías por el Camp de Tarragona o la variante de Martorell. Para esta programación global, Territori ha puesto como base la Agenda Catalana del Corredor Mediterran y la mesa del Corredor Mediterráneo.

Por otra parte, ha alertado que el servicio de la R16 de Rodalies se vería afectado por esta sustitución del ancho ibérico porque los trenes actuales no podrían circular y porque hace falta un cambista de ancho de vía. Por eso, en las alegaciones el Gobierno reclama al Ministerio que asuma las afectaciones y las lleve a cabo. También ha apuntado que el cambio de ancho afectará a las terminales y los operadores de mercancías, tanto públicos como privados, y que hará falta una coordinación con estos y con los puertos de Barcelona y Tarragona.

Por último, la Generalitat ha considerado que el estudio tiene que analizar y solucionar «de manera urgente» las limitaciones al nudo de Vila-seca, donde habrá una bifurcación de corredores y una restricción de capacidad, tanto para el tráfico de pasajeros como de mercancías.