Los Euromed empiezan a circular por el Corredor Mediterráneo con retrasos

El Corredor Mediterráneo ferroviario –o, como mínimo, su nueva versión en materia de alta velocidad– se estrenó ayer no sin fallar a las expectativas de los usuarios. El primer Euromed –un Alvia- que tenía que salir de la Estaciódel Campde Tarragona en dirección a Valencia empezó a circular con un cuarto de hora de retraso y llegó a su destino media hora después del previsto. El motivo: incidencias logísticas y de gestión interna de Renfe, que se añadían al hecho que hasta el lunes 20 de enero el tramo entre Vandellòs y el Campde Tarragona –la vía nueva– los trenes tienen que circular a una velocidad máxima de 80 km/h., en unos trenes que pueden llegar en otros puntos del recorrido a los 200 km/h. Una avería de señalización a la altura de Vinaròs y un problema logístico en Can Tunis, en Barcelona, sumó minutos al retraso. Aparte, también falló el anuncio del tren inaugural, que no fue comunicado a los usuarios a través de las pantallas de los andenes.

Una decena de usuarios cogieron en la Secuita elque fue el primer Euromed que dejaba de circular por la vía de la costa –con parada enla estación urbana de Tarragona– para hacer más ágil el trayecto entre Barcelona y la Comunidad Valenciana. Mercè, una vecina de Tarragona que subió en el primer tren hacia Valencia, explicaba que había sido casualidad su participación en la que se podría considerar una jornada histórica para el ferrocarril y que temas familiares la llevaban al Capy Casal valenciano. De la misma manera que otros usuarios, esta tarraconense se quejaba ayer de que los últimos cambios tendrían que haber incorporado más frecuencias de autobuses. «El horario de autobuses no cuadraba y hemos tenido que venir en coche», explicaba poco rato antes de coger el tren ya en la Secuita. Sin embargo, habituada a utilizar la Estacióde Altafulla-Tamarit para ir hasta Barcelona, destacaba que «estamos muy mal acostumbrados a ir a la estación a pie, porque los que viven en Bonavista o en Torreforta también tienen que coger el coche o el autobús para coger el tren».

Pedro, un vecino del barrio del Porty habitual de los trenes Euromed, también protestaba por la «mala combinación» de los autobuses con los horarios de los trenes y confesaba que «sale caro dejar el coche en el parking». Lluc Gregori coincidió con que el precio del aparcamiento de la Estaciódel Campde Tarragona es un aspecto a mejorar. Vecino de Lérida, hasta ahora cogía el Euromed enla ciudad de Tarragona y el cambio le ha salido más caro aunque la parada esté más cerca de su ciudad. Sobre los cambios, lamentaba que «se favorece mucho la unión de las grandes ciudades» en detrimento de las ciudades medias. «Que se salten Tarragona es una aberración», opinaba este usuario, que lo comparaba con la conexión ferroviaria entre Barcelona y Zaragoza, que tiene a medio camino la capital del Segrià.

La queja del aparcamiento se complementaba con la de aquellos usuarios que no disponen de vehículo propio o carnet de conducir. Júlia, también vecina de Tarragona, explicaba que cada semana tiene que coger el tren y que autobús «hay, pero voy bastante justa». «No encuentro nada bien lo que están haciendo», opinaba la usuaria tarraconense, que se lamentaba: «Además, no está siendo puntual».

Uno de los pocos usuarios que se mostraba satisfecho por la llegada de la línea Euromed en la Secuita era un vecino de esta misma población. Luis explicaba que por trabajo tiene que dirigirse a Madrid y a Valencia a menudo y que eso le evitará tener que desplazarse hasta la capital del Tarragonès. En una situación similar se encuentran los vecinos de las poblaciones próximas a la estación, que a partir de ahora verán incrementadas las frecuencias no sólo en dirección sur sino también en el sentido contrario, hacia Barcelona.

El intercambiador de la Boella

La novedad principal del día de ayer era que se ponía en marcha, finalmente, el intercambiador de la Boella, a la altura del Aeropuerto de Reus, que permite el cambio de ancho de vía del europeo en el ibérico. Toda la obra de la infraestructura ha costado unos 700 millones de euros y, eso sí, tiene un recorrido de un poco más de un kilómetro –a la altura de Vila-seca- por vía única, hecho que se contrapone con la necesidad de desdoblar las vías y la eliminación de las estaciones entre l'Hospitalet de l'Infant y Salou. Son un total de 64 kilómetros de vías incluyendo los ramales de conexión, que sustituyen los 39 antiguos por vía única. De esta manera, la Estaciódel Campde Tarragona incrementa su tráfico ferroviario y seposiciona como el punto de referencia para los trenes de larga distancia en toda la provincia. Tan sólo algunos trenes Talgo se detendrán todavía por las paradas de los núcleos urbanos de la costa.

170 usuarios

La primera jornada de Euromed enla estación de trenes de alta velocidad contó con 170 usuarios, mientras que el mismo día Talgo sumó 140 pasajeros que subieron enla estación de la ciudad de Tarragona. Esta cifra representa una pequeña parte del peso demográfico en el Corredor. Entre Barcelona y Alicante ayer hubo 4.000 usuarios en trenes de larga distancia de los 2,3 millones anuales –incluyendo Euromed yTalgo-, lo que supone una oferta complementaria al servicio de Regional y Rodalies de Renfe. Desde el pasado 10 de enero –cuándo se pusieron en venta los billetes–, se han vendido 41.000 tickets, de los cuales 13.000 pertenecían a la promoción hecha por la operadora ferroviaria para dar la bienvenida a la nueva línea, una oferta que sigue vigente y que se puede consultar en su web. La compañía espera mantener a los 130.000 viajeros anuales que por término medio cogen el tren al Campde Tarragona con destino Valencia.

En total hay programados ocho convoyes diarios entre Barcelona y Valencia, una de las cuales es directa y no para ni en el Campde Tarragona ni tampoco enCastellón de la Plana. En cada uno de estos trenes viajan una media de 200 personas –por ejemplo, el primer tren lo cogieron 161 usuarios. Los dos trenes que ayer tuvieron un retraso de media hora podrán percibir en motivo de indemnización la mitad del importe del billete.