La antigua casa del director del Albergue Casa Grande será un Centro Abierto

La antigua casa del director del Albergue Casa Grande de Altafulla estará, en el futuro, un Centro Abierto. Así lo estipula el acuerdo a que han llegado el Ayuntamiento del municipio y la Generalitat de Cataluña.

El coalcalde del Ayuntamiento de Altafulla y responsable del área de Joventut, Jordi Molinera, y el director general de la Agencia Catalana de Juventud de la Generalitat de Catalunya, Francesc Poch, llegaron a un acuerdo por|para la cesión del inmueble, de titularidad de la Generalitat, por uso municipal, durante una reunión que mantuvieron el jueves pasado.

De esta manera, el acuerdo de cesión permitirá trasladar el servicio de Centro Abierto a la antigua casa donde residía el director del Albergue, con el objetivo de disfrutar de una mayor superficie e independencia y, al mismo tiempo ampliar el espacio de Càritas Altafulla en el mismo edificio que ocupa actualmente el centro y que limita con las antiguas escuelas Teresa Manero. El consistorio reanuda así el programa que se planteó durante el anterior mandato, cuando el año 2017 la concejalía de Joventut también la ocupaba Jordi Molinera. Según ha informado el gobierno municipal, entonces ya se empezó a trabajar en este sentido con quién era responsable del área en el gobierno catalán, Marta Vilalta, que no los puso ningún impedimento por iniciar los trámites para ceder el espacio al municipio, pero para salir adelante requería de la aprobación del pleno del Ayuntamiento. «Un apoyo que no recibió, y que obligó a detener unas negociaciones que ahora ha recuperado el nuevo equipo de gobierno», recoge el consistorio. ParaJordi Molinera, la nueva ubicación ampliará la superficie, y lo dotará de una mayor independencia, al mismo tiempo, que permitirá que Càritas, con quien comparte espacio a día de hoy en el actual edificio de las antiguas escuelas de música, adyacente a las escuelas Teresa Manero, pueda hacer uso de todo el edificio. En más, la antigua casa del director del Albergue ocupa uno de los edificios de la calle Sant Martí, que, desde hace ocho años, no se le mujer ningún uso.