«Hemos preparado un plan de acción para fomentar la estima por las Montañas de Prades»

—¿Cuáles son sus vínculos personales con las Montañas de Prades?

—Simplemente es una cuestión de afecto. A la gente que nos gusta la montaña, aquí en el Baix Camp, tenemos la cordillera de Prades y la de Llaberia, y por vinculación con personas próximas a las Montañas de Prades, me he ido inclinando hacia estas. Yo soy de Reus, pero desde mi infancia y adolescencia que he sentido cerca estas montañas.

—Entre el resto de miembros de la junta figuran algunos alcaldes. ¿Quién más conforma el nuevo equipo gestor?

—Xavier Campesino, actual alcalde de Mont-ral, ostentará la vicepresidencia de la asociación y la presidencia de la Sección de montaña. Él fue socio fundador de la entidad. También tenemos a Artur Miró, alcalde de Vilanova de Prades; Jaime Veiga, concejal de Mont-ral; Michel Marín, que lleva los refugios de montaña de Farena y Albarca; los reusenses Quim Miralles y Enriqueta Fernández, y Francesc Casanovas, que es de Valls.

—Entre los objetivos de la asociación leemos el de contribuir a dinamizar la estima y el respeto por el entorno de las Montañas de Prades. ¿Hasta qué punto consideran que no están lo bastante respetadas?

—Últimamente está pasando una cosa que es positiva, como son la organización de varias pruebas, carreras, ultatrails, etc., pero a veces estas jornadas tienen carencias, no contribuyen a la sostenibilidad del medio. Llevan a mucha gente, hecho que deteriora los caminos, y a menudo nos encontramos señalizaciones que han dejado colgadas en la montaña. También está la cuestión de las motos de trial y enduro. Ha habido siempre, pero ahora parece que hay más, igual que hay más gente que camina. Al fin y al cabo, son agresiones que se hacen en el medio. De eso hablamos, de fomentar el respeto. Pero también de fomentar la estima. La junta hemos preparado un plan de acción que presentaremos en asamblea el 16 de febrero. No puedo avanzar los detalles, pero sí que puedo explicar que planteamos organizar salidas guiadas con propuestas temáticas que inviten a la experiencia, para contemplar aspectos como el color del otoño o apreciar el sonido de los ríos en primavera. Nosotros no somos específicamente de ningún pueblo, sino que amamos los veinticuatro pueblos de la cordillera de Prades, en así que propondremos salidas temáticas. Y también haremos guías, folletones, exposiciones o charlas.

—¿Cuántos socios son y qué presupuesto gestionan?

—Somos unos ochenta socios y tenemos un presupuesto aproximado de 4.000 euros. Pero organizamos dos actividades muy importantes que comportan un movimiento económico muy destacado, de cerca de 16.000 euros. Una se hará pronto, el Almogávar-Montañas de Prades, una caminata de resistencia puntuable para el campeonato de Cataluña que ya llega a la 10.ª edición y que el año pasado contó con 240 participantes. Después, en octubre, hacemos una caminata, que suele tener unos 200 inscritos. Con todo eso, además, damos vidilla en el territorio, porque el avuitallament de los participantes son productos de la cordillera de Prades.

—Como a entidad vinculada a las Montañas de Prades, ¿les preocupan otras cuestiones de la cordillera, como la despoblación de determinados núcleos?

—Sí. Aunque no es uno de los objetivos de la asociación, lo tenemos en cuenta, a fin de que nuestra actividad tenga consecuencias. El hecho de dar a conocer y hacer querer esta cordillera tiene que tener como resultado que cada vez se enamore más gente, e incluso alguien se pueda plantear ir a vivir. Y me consta que eso ya está pasando. En Mont-ral, por ejemplo, hace dos años que abrieron una escuela.