El director de la central de Vandellòs II declara el jueves por un escape de 2018

El juzgado de instrucción número 2 de Reus, que ahora hace dos años abrió diligencias por varias paradas de planta en la central nuclear Vandellòs II, tomará declaración este jueves al director, después de que lo hicieran dos peritos de la Asociación Profesional de Técnicos en seguridad nuclear y protección radiológica. La denuncia, presentada por la asociación Sociedad Humana, fue registrada delante de la Fiscalía de Tarragona en la sección de Medio Ambiente por presuntos delitos de la seguridad colectiva y de riesgo catastrófico. Los hechos sucedieron entre los meses de febrero y marzo de 2018, con dos escapes en la barrera de presión. En aquel momento la planta nuclear siguió operando «a plena potencia», según el escrito de acusación, «de forma ilegal e insegura» durante dos semanas.

Vandellòs II, construida en 1987 y que quiere alargar su vida útil hasta el 2030, habría funcionado diecisiete días con un escape en una zona «sensible», tal como apuntó un perito. Según la acusación particular, ejercida por Sociedad Humana, la central se habría detenido el 2 de marzo de 2018 para localizar un goteo de agua del circuito de refrigeración, pero los problemas habrían empezado el 13 de febrero de aquel mismo año. En la denuncia adujeron que el envejecimiento de los elementos de la central pone en peligro la seguridad de las instalaciones y acusaron a los responsables de la nuclear «de irregularidades» en su gestión, además de ofrecer información sesgada y parcial sobre los incidentes. La Fiscalía, que forma parte del proceso, también ve indicios de delito.

Según aseguró entonces la Asociación Nuclear de Ascó-Vandellòs (ANAV), el origen del goteo de agua, fue ubicado en la válvula de viento o de ventilación de la barrera de presión, en el recinto de contención de la planta. Los expertos del ANAV planificaron, de acuerdo con «la experiencia propia y eterna», los trabajos para reparar la incidencia. El ANAV aseguró ahora hace un dos años que se decidió llevar la planta a «paro frío» cuando se confirmó la existencia del goteo a la válvula de ventilación, para preparar el programa de intervención de acuerdo con las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF). El Consejo de Seguridad Nuclear lo calificó de nivel 0 en la escala INES.

«Peligro serio»

El abogado tarraconense Oscar Cabrero Ramírez es quien representará la entidad, mientras que el abogado del Estado se persona en la causa en nombre del Consejo de Seguridad Nuclear. El caso todavía se encuentra en diligencias previas, pero el hecho de que los peritos se mostraran de acuerdo con la versión de las asociaciones ecologistas creen que refuerza la posibilidad de que finalmente llegue a juicio. Y es que Sociedad Humana cree que «el envejecimiento de Vandellòs II supone un serio peligro para la seguridad de las instalaciones, teniendo en cuenta el envejecimiento de los materiales, la extraordinaria peligrosidad de su actividad y el hecho de que haya materiales no susceptibles de renovación por su contaminación extrema radiactiva». Por lo tanto, consideran «inaceptable» que la central estuviera en pleno funcionamiento durante más de quince días con dos escapes, «cuando la normativa exige la parada inmediata cuando haya un escape en la barrera de presión, por el riesgo que supone de una rotura catastrófica». En este sentido, advierten que en caso de accidente el plano PENTA prevé que todas las poblaciones en un radio de 30 kilómetros queden inhabitables.