Infraestructuras
Adjudican las obras de la nueva carretera entre Almoster y la Selva
Tanto el GEPEC como Unió de Pagesos se oponen por la afectación en fincas agrícolas y confían en la vía judicial para pararlas
La Diputacióde Tarragona adjudicó, el pasado 11 de febrero, las obras de ejecución del proyecto de acondicionamiento de la carretera T-3231 de Almoster en la Selva del Camp. Se trata de la habilitación de un nuevo trazado ya anunciado y contra el cual tanto el GEPEC como Unió de Pagesos, así como vecinos, se habían opuesto por la afectación que tendrá para varias fincas agrícolas de la zona. De hecho, el proyecto se encuentra denunciado al contencioso y continúa su curso legal.
Acsa Obras e Infraestructuras SA será la empresa que ejecutará los trabajos, que se prevé que se inicien tan pronto como se firme el contrato, a finales de marzo, y estos tendrán una duración de doce meses. El contrato tiene un importe de 3.797.383,84 euros con impuestos y cuenta con el aval de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, al frente del govern. Fuentes del ente supramunicipal destacan que «más del 80% de los vecinos han firmado el mutuo acuerdo» para las expropiaciones y la realización de la nueva carretera, que permitirá que deje de pasar por el centro del núcleo de Almoster y pase a conectar por el sur del término.
Cinco años de batalla
El año 2019 tanto GEPEC como Unió de Pagesos presentaron un recurso al Juzgado Contencioso número 2 de Tarragona, después de cinco años de batallar a fin de que la afectación fuera inferior y se aprovechara el actual recorrido de la T-3231, ampliándola. En un primer momento la Generalitat, alegan los ecologistas, recomendó esta opción a la Diputación para evitar un mayor impacto ambiental, entre otros motivos por un posible colapso de la vía de los vehículos que podrían aprovechar esta carretera como alternativa a la C-14 en dirección a Reus. Joan Pons, asesor jurídico de Insta, explica que la principal afectación será sobre la productividad agrícola, a través de la eliminación de pozos o de la partición de fincas. «El balance económico de la Diputación no tiene en cuenta las pérdidas agrícolas», afirma Pons, que añade que ya han pedido a los vecinos que nos avisen para «activar los mecanismos que sean necesarios» para parar las obras tan pronto como se aprecie cualquier movimiento. Josep Maria Juncosa, responsable de Unióde Pagesos en la Selva del Camp, considera «extraño» que empiecen las obras «antes de que el juez dictamine» sobre el caso y asevera que si las obras finalmente salen adelante «entonces la justicia no sirve por nada». La discrepancia entre las dos partes, dice, sin embargo, se encuentra en un kilómetro del recorrido, lo que es más próximo al núcleo de la Selva del Camp, el del Torrent del Bartra, donde el trazado de la nueva carretera está a 200 metros del actual. Juncosa destaca que «hay mucha parte que es común, a Almoster, entre los tramos propuestos, sería indiferente que empezaran las obras por allí». No se entiende, considera, «la prisa que tienen».
Actualmente, la carretera entre las dos poblaciones absorveix un tráfico de más de 1.500 vehículos diarios por término medio. Las alegaciones no pudieron parar el proyecto inicial, que al principio contaba con un informe contrario de la Generalitat. El pleno de la Selva del Camp del anterior mandato lo aceptó por unanimidad, pero la entrada de la CUP en el 2019 ha roto el consenso político preexistente al municipio, ya que apuntan que contiene incongruencias administrativas.