El jurado popular ha declarado culpable de homicidio al acusado de matar a un hombre en Cambrils en junio del 2018. En el veredicto que se ha hecho público este jueves en la Audiencia de Tarragona, los nueve miembros del tribunal han considerado probado por unanimidad que José Carlos A. mató a la víctima, de 35 años, de una cuchilladaen el corazón. El jurado no ha apreciado ninguna circunstancia agravante -como abuso de superioridad o alevosía-, ni el atenuante de drogadicción. Fuentes jurídicas han detallado a ACN que el veredicto se ha basado en el atestado policial, en los testigosque directa o indirectamente presenciaron la discusión que mantuvieron en medio de la calle, y en la declaración de la excuñada, la cual dijo que el acusado había confesado el crimen en familia.
A raíz del veredicto de culpabilidad, la fiscalía ha modificado su petición -inicialmente de 20 años de prisión porun delito de asesinato con alevosía-, a 13 años y medio de prisión por homicidio. Por su parte, la acusación particular ha pedido la pena máxima de 15 años de prisión por homicidio. Las acusaciones también han solicitado prohibiciones de comunicación y aproximación a los familiares de la víctima, y el pago de indemnizaciones. La defensa -que ha insistido en la inocencia del acusado-, ha fijado la petición en el mínimo de 10 años de prisión.
Durante la vista varios testigosapuntaron que una deuda de 600 euros por droga sería el móvil del crimen. El acusado lo negó todo y dijo que el día de los hechos estuvo durmiendo toda la tarde en un parque. La víctima perdió la vida casi en el acto a raíz de una cuchilladamortal en el corazón, hecha con una navaja de tipo mariposa, en medio de la calle Juan Sebastián Elcano de Cambrils.
Medidas especiales porel coronavirus
La deliberación del jurado popular tenía que empezar el lunes, pero la crisis del coronavirus llevó a la magistrada de la Audiencia de Tarragona a paralizar el procedimiento. Finalmente, el miércoles se acordó que el jurado empezara a deliberar. Este jueves el acusado ha seguido la lectura del veredicto por videoconferencia desde el centro penitenciario. La sesión se ha hecho a puerta cerrada y la mayoría de asistentes llevaban guantes y mascarilla. El caso ha quedado visto para sentencia.