Trabajadores de Correos estallan por seguir trabajando «sin protección»
Más de 40 empleados por todo el país tienen coronavirus y unos 400 están en cuarentena
El Servicio Postal Universal es el conjunto de servicios postales cuya prestación garantiza el Estado de forma permanente en todo el territorio nacional y a precio asequible para todos los usuarios. Este es el motivo por el cual los trabajadores de Correos de toda España no han detenido su actividad laboral a pesar de la orden de confinamiento y de prestación de servicios mínimos decretada por el gobierno de Pedro Sánchez a raíz de la crisis del coronavirus.
Ayer se conocía que más de 40 empleados de Correos de todo el país tienen coronavirus y que unos 400 más están en cuarentena. Sindicatos y empresa se reunieron para valorar la situación.
El responsable de una de las oficinas del Camp de Tarragona ha explicado a este medio que no están nada contentos con las medidas que les ha ofrecido Correus y ha estallado por todo lo que están viviendo estos días. «Nos han asegurado que el servicio, pase lo que pase, se tiene que prestar, por el Servicio Postal Universal. Una vez en este punto, lo que es indignante es que las medidas de prevención que nos han ofrecido son muy pobres, estamos desprotegidos», explica el trabajador de Correos, que se ha visto obligado a abrir de las nueve y media de la mañana a las doce y media del mediodía, el nuevo horario fijado por la empresa pública.
Todo el material de prevención para la infección del coronavirus que han obtenido los trabajadores se reduce a dos cosas. «Nos han dado guantes para todos y también nos han puesto un cartel en el lavabo en el cual nos indican que nos tenemos que lavar las manos cada hora, nada más», lamenta esta persona, la cual añade que «en aquellos que están de cara al público, les han recomendado lavarse las manos cada 45 minutos».
Por otra parte, hay los trabajadores que tienen que hacer los repartos en domicilios, los cuales también continúan adelante. Aquí, el sistema es sencillo: «Las cartas y paquetes pequeños los podemos seguir entregando en la oficina de Correos, sin problema y siempre respetando la distancia de seguridad de un metro. Ahora bien, cuando tenemos que llevar los paquetes más voluminosos a casa tocamos el timbre o la puerta y, sin acercarnos al destinatario, le pedimos el DNI y cómo es su firma. Los introducimos nosotros mismos en la PDA y nos marchamos». Con respecto al resto de cartas, las que tienen cabida en el buzón, no hay ningún problema, ya que no hay contacto entre personas.
«Medidas insuficientes»
«Entendemos que no son suficientes las medidas de seguridad que nos está dando la empresa», se queja el trabajador de Correos con el cual ha hablado este medio. La empresa los ha dividido en turnos, con los que trabajan menos horas a lo largo del día, «en principio, sin ninguna bajada de sueldo, ya que de este punto no nos han hablado». «Al final, el cliente no interactúa contigo y la idea es que entren en la oficina de uno en uno», aunque, como en el resto de comercios que están abiertos, es una situación complicada de controlar. En las oficinas, tan sólo hay una persona en cada puesto de trabajo. En cada ventanilla puede haber, como máximo, una persona.
«Nos quejamos también de que Correos tardó demasiado en implantar las insuficientes medidas de seguridad y la gente está muy nerviosa, tanto en esta como en otras oficinas», lamenta el trabajador.
Lo que sí les han facilitado a los operarios de Correos es un protocolo en caso de que haya alguno infectado en casa. En este caso, el primero es avisar, el segundo es desalojar la oficina y, el tercero, desinfectarla.