La Protectora SPAC se queda sin comida debida al retraso en los pedidos

Más de 400 perros se encuentran a la Protectora de Torredembarra actualmente gestionada por la Societat Protectora d’Animals de Catalunya (SPAC). El confinamiento a causa de la actual situación de Estado de Alarma ha provocado que los voluntarios no puedan pisar el espacio que acoge los animales que han sido recogidos por esta entidad, es decir, han perdido también el único momento que tenían la oportunidad de salir a pasear. Myriam Esquís, portavoz de la entidad explica que «el fin de semana venía mucha gente a sacar perros, a pasear a pesar de hay animales que no tienen la oportunidad de salir nunca de su jaula o una vez cada cuatro meses, porque no tienen quien los saque».

Esta situación añadida de estrés, se complica por la falta de comida. La protectora se quedó sin pienso para los animales durante este fin de semana «debido a que los pedidos ya no llegan de manera inmediata, estos días lo hemos podido salvar con comida a base de pollo pero la situación será insostenible si perdura». La entidad ha encontrado la manera de recibir donaciones de pienso sin que haga falta ningún tipo de desplazamiento dado que la Tienda Bon Àrea dispone de la opción de realizar encargos on-line y que los miembros de la entidad puedan recogerla en el establecimiento de Torredembarra.

Además, una de las vías que permitía aligerar las jaulas era el traslado de los animales en otros países europeos a través de una entidad holandesa Stichting con la que colaboran desde hace tiempo, «pero ahora todo ha quedado anulado y es imposible seguir colaborando» explica Esquís.

La actual situación de la entidad hace que sea más necesario que nunca que los perros salgan en acogida dado que a pesar del estado de confinamiento, los perros no se ahorran ser abandonados y siguen encontrándose animales en las calles de los municipios de Tarragona. En este sentido, una solución que piden es conseguir acogimiento para los animales. «Queremos acogidas pero que no se limiten únicamente al tiempo de confinamiento sino que pueda mantenerse hasta que el animal sea adoptado dado que devolver un animal después de estar en una casa en una jaula es como volver a vivir uno abandonado» explica Esquíes.

La situación ha obligado en los miembros de la entidad a adaptarse a la situación y si hay que gestionar una acogida, son ellos mismos quien se tienen que trasladar al domicilio de las personas con el fin de llevar el perro, extremando las medidas de seguridad. Sin embargo, lo hacen cuando pueden y cuando finalizan su trabajo en el refugio y por eso, tienen todavía animales esperando marcharse a su acogida.

Para colaborar se puede contactar a través de su web http://spac.cat/