El comercio por internet salva las ventas de aceite de la DOP Siurana
El paro en el sector de la hostelería afecta a los productores
Las ventas las hacen directamente las cooperativas, que tienen la página web habilitada y la mensajería para llevar el aceite, funciona», comenta Galceran. También detalla que hay cooperativas que, a través de las agrotiendas, pueden hacer venta directa a los clientes. «En algunos pueblos es la única tienda que hay», señala el presidente de la DOP Siurana.
La distribución en los establecimientos especializados y a otros puntos de venta, también funciona. Entre estos, hay los supermercados, donde hubo un repunte|pespunte en los primeros días de confinamiento. «La primera semana, sobre todo, la gente acaparó un poco más de producto. Ahora ya se ha estabilizado», indica Galceran. A la denominación leridana, en cambio, lamentan que «la venta en tiendas ha bajado bastante porque la gente no sale de casa». Sin embargo, Dalmau lo considera «normal», teniendo en cuenta la situación social que hay.
Exportaciones a menos ritmo
El presidente de la DOP Les Garrigues también valora que las exportaciones han bajado de ritmo. Dalmau menciona las de Italia, que «funcionan al ralentí», pero que no se han detenido, y celebra que no hayan caído los precios. En el caso de la DOP Siurana ya habían empezado a sufrir los efectos de la política de aranceles impuesta por los Estados Unidos desde el octubre pasado. Galceran cree que es posible que alguna empresa haya perdido clientes norteamericanos, pero encuentra que todavía es pronto para hacer un balance esmerado.
Todo hace ser moderadamente optimistas a los productores, que pueden seguir trabajando a pesar del estado de alarma, al formar parte del sector primario. «Trabajamos con normalidad, la naturaleza no para», razona Galceran. Eso sí, en las cooperativas y empresas los empleados de las oficinas hacen teletrabajo. «La producción y envasado continúa, pero haciéndose con todas las precauciones», matiza. Para|Por Dalmau, «si con todo lo que está pasando faltaran los alimentos, sería una catástrofe».