Salou niega que haya datos que demuestren que ha ido gente de segunda residencia

Mientras Vila-seca blindaba hoy con bloques de hormigón las entradas del núcleo turístico, la Pineda, el Ayuntamiento de Salou niega que haya nada que demuestre que, durante el fin de semana pasado, el municipio recibió turistas de segunda residencia, como el aumento del consumo del agua de boca detectado por el Consorci d’Aigües de Tarragona.

El Ayuntamiento de Vila-seca ha colocado hoy martes vallas de hormigón en el núcleo de la Pineda ante la posible llegada de turistas de segunda residencia por Semana Santa. En concreto, la brigada municipal ha cerrado siete accesos de las zonas más próximas a Cap Salou –en el oeste del núcleo– y de la urbanización Porta de Mar –en el este. De esta manera, desde el pasado viernes sólo se puede entrar y salir de la Pineda por el paseo de Pau Casals. Todo para evitar la más que previsible llegada de turistas de segunda residencia, teniendo en cuenta, que la Generalitat detectó un aumento del consumo de agua en municipios de la costa, como Cambrils, Salou, Calafell, Vendrell y Cunit, que atribuyó a la llegada de estos residentes durante el fin de semana, pasado. En concreto, el Consorci d’Aigües de Tarragonaregistró un incremento del 5 y 6%. Se cogieron como muestra municipios costeros y turísticos como Salou, Cambrils, el Vendrell o Cunit. No obstante, desde el Ayuntamiento de Salou se niega a que este hecho fuera atribuible a la llegada de turistas de segunda residencia. El Ayuntamiento de Salou ha informado a través de un comunicado público de que el consumo de agua el fin de semana pasado «ha ido en la línea de la segunda quincena del mes de marzo». Según el alcalde de Salou, Pere Granados, «no hay datos significativos que demuestren que ha venido gente de segunda residencia» y, según indican datos de Sorea, el consumo medio es estable.

El conseller del departamento de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha abordado hoy la cuestión en la rueda de prensa diaria del Gobierno catalán. El conseller de Interior, Miquel Buch, ha pedido a los Mossos d'Esquadra que intensifiquen los controles e incrementen la presión sobre las personas que incumplen el confinamiento para ir a segundas residencias, después de un repunte de este tipo de desplazamientos injustificados en el estado de alarma.

En una rueda de prensa telemática, Buch ha denunciado de manera «enérgica» los viajes a segundas residencias, ya que los considera un acto de «insolidaridad absoluta más que reprobable» que pone en riesgo la salud, especialmente de los ancianos que viven en las localidades de destinación y que «no merecen que haya insolidarios que vayan a propagar» el coronavirus.

Ante esta situación, Buch ha pedido a los Mossos que intensifiquen sus controles –hasta ahora hacían unos 200 los fines de semana para evitar desplazamientos en segundas residencias– y que además incrementan la presión «a todas las personas que deciden romper el confinamiento de manera irresponsable e insolidaria». Buch también ha anunciado que han iniciado un proceso de trabajo conjunto con los ayuntamientos para que puedan denunciar las «actitudes incívicas» de aquellas personas que rompen el confinamiento y se desplazan a sus segundas residencias, para que puedan ser «debidamente sancionadas».

Como ejemplo, Buch ha indicado que los accesos al área de Barcelona han experimentado este martes un incremento de la movilidad del 7% a la salida y del 14,2% en la entrada con respecto al lunes de la semana pasada, si bien la caída global del tráfico sobre una jornada previa a la crisis del coronavirus fue del 74,6% y del 75,3%, respectivamente.

El conseller ha asegurado que los Mossos d'Esquadra ya tienen «controlado por donde entra este aumento» de la movilidad, de manera que «reajustarán» sus controles para garantizar que los desplazamientos sean únicamente por causa de bastante mayor.

A preguntas de los periodistas, Buch ha aclarado que no tienen previsto impedir la vuelta a sus domicilios habituales de las personas que hayan ido a segundas residencias, aunque ha insistido que sí que serán denunciadas. Además, ha defendido los controles efectuados hasta el momento tanto por los Mossos como por las policías locales, ya que han garantizado que quién pasaba «realmente» tenía un motivo justificado. Con respecto a los controles de los accesos a las poblaciones de costa, el Ayuntamiento de Vila-seca justifica los bloques de hormigón que cierran los accesos asegurando que, con el tráfico canalizado por la principal arteria del núcleo, la Policía Local puede hacer un control mucho más efectivo de los vehículos que transitan por la zona.