Estado de Alarma
La Costa Daurada se blinda a la llegada de visitantes de segunda residencia
Durante esta semana, los municipios turísticos han detectado la llegada de visitantes e intensifican los controles policiales durante la Semana Santa
La Costa Daurada está cerrada por vacaciones. Playas, calles y paseos vacíos, hoteles, campings, restaurantes y tiendas cerradas, el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus ha hecho que los municipios que cada año, con el iniciode la temporada turística, multiplican su población ofrezcan hoy un panorama desolador en plena Semana Santa.
Por primera vez, los municipios de la Costa Daurada se blindan ante la posible llegada de turistas de segunda residencia. Durante toda esta semana, los Mossos d'Esquadra y muchos municipios de la Costa Daurada han empezado a incrementar los controles de los cuerpos policiales locales. Sin embargo, los ciudadanos denuncian, a través de las redes sociales, que algunos de sus vecinos de segunda residencia han conseguido entrar a municipios como Salou, Cambrils, Altafulla o Torredembarra. De hecho, el pasado fin de semana, la Generalitat ya alertó de un incremento del consumo de agua de boca a algunos municipios de la Costa Daurada. Mientras que algunos ayuntamientos niegan que este crecimiento sea atribuible a la llegada de estos turistas, otros reconocen que la entrada ha sido inevitable y están intensificando sus esfuerzos por detectar aquellos que han roto el confinamiento.
El alcalde de Altafulla, Jordi Molinera, asegura a Diari Més, que durante esta semana ya ha habido más movimiento de vehículos y de gente: se han hecho controles y se han detenido hasta 600 vehículos. Altafulla cuenta con un importante parque de vivienda de segunda residencia. «Hemos detectado que sí que hay gente que rompe el confinamiento, pero es complicado mantener los controles policiales las 24 horas del día. Hubo un caso de violencia doméstica y la policía fue. En casos así, ya tienes la policía ocupada, porque tenemos los efectivos que tenemos y muchos otros trabajos a hacer». No obstante, la policía de Altafulla ha denunciado ya a un centenar de peatones. «Hemos pedido a los Mossos –y nos han dicho que así lo harán– que hagan patrullas en las zonas próximas a los supermercados, donde más se mueve este tráfico de personas de fuera. El mensaje que damos es que todo el mundo se quede en su casa, no en la casa de veraneo. Hacemos un llamamiento a la responsabilidad para parar estos cruces que favorecen el contagio. Ponemos todas las herramientas para hacer los controles pero ningún ayuntamiento es capaz de llegar a todas partes», dice Molinera.
Uno de los municipios donde ya ayer se detectó una importante entrada de personas de fuera del municipio es Creixell. Durante esta semana, supermercados de la zona se hacían eco de la gran cantidad de clientes que habían recibido, hasta el punto de alcanzar el máximo de aforo permitido en momentos puntuales. Los parkings de estos establecimientos, ayer por la mañana, estaban llenos y se tuvieron que establecer controles con seis agentes de la Policía Local y seis miembros de Protección Civil. Poco después se sumaba una patrulla de los Mossos d'Esquadra. Sólo durante la mañana se pararon 303 vehículos y se identificó en 350 personas. Entre todos estos se levantaron 62 actos para vulnerar el decreto de Estado de Alarma que obliga a limitar la movilidad. Durante la pasada semana y todavía ayer, la policía local de Torredembarra efectuaba un incremento muy considerable de los controles para evitar, sobre todo, la entrada de visitantes de segundas residencias. Sólo esta semana la policía ha identificado a 558 personas cuando en dieciocho días de confinamiento –hasta el 1 de abril– se habían identificado 264 personas. Lo mismo sucede con los vehículos que intentan entrar al pueblo. Hasta el 1 de abril, la policía de Torredembarra había parado 250, durante esta semana ya llevan 323. Si bien los controles policiales se han doblado, el responsable de la policía atribuye el incremento sobre todo a la llegada de personas a las segundas residencias. Buena parte de los infractores se han interceptado también por la calle, sobre todo en el centro del municipio, donde se han interpuesto muchas sanciones, ya que el visitante de segunda residencia intenta pasar desapercibido entre los compradores. «Teníamos la sospecha de que vendría mucha gente, hemos estado haciendo controles y hemos detectado el incremento», aseguraba el subinspector en jefe de la Policía Local de Torredembarra, Miquel Àngel Marchal, a los micrófonos de Ona la Torre.
Por su proximidad al área metropolitana de Barcelona y para ser un municipio de segundas residencias, la policía de Cunit tiene previsto realizar controles en los accesos, a la C-31, con el turno cumplido. La policía local de Cambrils, por su parte, participa en un operativo especial conjunto con Mossos d'Esquadra y las policías de Vandellòs y Mont-roig para impedir desplazamientos en las segundas residencias. Ayer mismo, el control policial se establecía dentro del pueblo. Desde el pasado viernes, a Cambrils se han intensificado los controles a los accesos de la localidad con dispositivos simultáneos.
Cierre de los accesos
Una de las estrategias que están siguiendo algunos ayuntamientos de municipios turísticos es la de cerrar el paso en los accesos de los núcleos para tener un mayor control de todos los vehículos que entran. Es el caso de Vila-seca, donde durante esta semana ya se han cerrado con bloques de hormigón las entradas al núcleo de la Pineda. Este martes, el alcalde de Vandellòs, Alfons Garcia, decretó el cierre de dos de los cuatro puntos de acceso que hay al núcleo de Hospitalet de l'Infant. En concreto, el cruce de la Vía Augusta con la carretera N-340, en el punto kilométrico 1126,8; y el acceso a la Vía Augusta por la Alcantarilla Gran. Estos puntos continuarán cerrados hasta doce del mediodía del 14 de abril y mientras dure el confinamiento. El consistorio tomaba la medida después de que la pasada semana, del 30 al 5 de abril, la Policía Local detectara un aumento de la movilidad en los controles preventivos y para evitar que estos días de Semana Santa las personas que no viven en el municipio se desplacen a sus segundas residencias.
En comarcas de interior temen también la llegada de visitantes. Ayer, alcaldes del Priorat pedían a la gente que no vayan a los pueblos durante la Semana Santa.