Estado de alarma
Visitantes de segunda residencia atraviesan las barreras en la Costa Daurada
Las autoridades han trabajado durante toda la Semana Santa para evitar su llegada y han impuesto sanciones, a pesar de que algunos han conseguit colarse
Ha resultado imposible interceptar a todos los visitantes de segunda residencia que han decidido pasar la Semana Santa en municipios de la Costa Daurada. A grandes rasgos, las fuerzas policiales, que se han coordinado nuevamente, han podido impedir que algunas personas se hayan instalado en sus segundas residencias, gracias a los controles que han montado en las entradas de los municipios. Sin embargo, ha resultado imposible impedir el cien por cien de entradas de gente. Las órdenes eran muy sencillas: que todo el mundo se quedara en casa. Si uno tiene el DNI con el padrón en Benidorm, en Benidorm tiene que vivir hasta que se levante el confinamiento. Pero no ha sido así. Buena prueba son las múltiples denuncias que se han interpuesto o propuesto durante los últimos días.
Diari Més se ha puesto en contacto con los alcaldes de Altafulla, Roda de Berà, Torredembarra, Vila-seca, Cunit y Salou, seis lugares con playa y un ambiente idóneo para pasar unos días de vacaciones. En cada municipio la historia ha sido diferente. Algunos han visto cómo se incrementaba la llegada de foráneos y, otros, aseguran no haberlo notado.
Jordi Molinera, alcalde de Altafulla, explica que «antes de la Semana Santa, empezó a circular el rumor de que vendría más gente de segunda residencia. Desde que ha empezado el Estado de Alarma hemos puesto controles policiales y hemos visto que ha habido movimiento de vehículos, pero de gente de muy cerca». Básicamente, «hemos visto que venía gente a comprar, procedente de Tarragona, Torredembarra o Creixell». «De segunda residencia hemos detectado unos cinco vehículos que venían de fuera», detalla al alcalde. Molinera especifica que la clave de sí ha venido gente de segunda residencia o no se conocerá cuando tengan en la mano los consumos: «Hemos controlado los consumos de agua y hemos tratado datos para detectar qué casas estaban vacías y, de sopetón, se llenaban». En los próximos días obtendrán los resultados.
Por su parte, Pere Virgili, alcalde de Roda de Berà, reconoce que «sí que ha habido, visitantes de segunda residencia. Virgili detalla que sabrán si se han producido muchos casos «tanto por los consumos como por la recogida de la basura|maleza. Durante la primera y la segunda semana de confinamiento se notó un crecimiento de la recogida de basura porque todos hemos aprovechado para hacer limpieza. A partir de mañana (hoy) sabremos los kilos que hemos sacado más o menos».
Virgili añade que «del lunes al domingo de la semana pasada se han interpuesto 74 sanciones o propuestas de sanción para gente que no está en su casa. De estas, 68 son gente que en el DNI pone que su lugar de residencia no es Roda de Berà. Puede ser gente que no haya actualizado el padrón, pero se les ha girado en contra».
En Torredembarra, sí
También asegura Eduard Rovira, alcalde de Torredembarra, que a lo largo de estos días ha habido vecinos de segunda residencia en el municipio. «Hemos detectado que había gente de fuera y hemos actuado con la policía, sobre todo en los grandes supermercados, donde había más gente del habitual. Hemos pedido la documentación y hemos detectado a cierta gente. Estamos pendientes de analizar los consumos para hacer una estimación de los domicilios» manifiesta Rovira, quien añade que «por la calle, la gente no paseaba. Los que han venido a Torredembarra, han comprado y se han encerrado en casa. Por eso, que no hubieran venido».
Con respecto a Vila-seca, Pere Segura lo tiene claro: «Yo querría otra Semana Santa, pero en relación a la situación vivida tengo que decir que las indicaciones que han hecho las autoridades sobre el confinamiento se han respetado perfectamente. Sólo ha habido algún caso muy aislado». «Durante estos días en el Pinar se ha realizado un gran control por parte de la Policía Local, con cierre de accesos y permiten sólo la entrada y salida por el paseo de Pau Casals. Pensad que durante estos días se han realizado más de un millar de controles de vehículos con sólo 68 denuncias y casi todas de ciudadanos de poblaciones del lado de Vila-seca», añade el alcalde, satisfecho por la actuación policial.
Dolors Carreras, alcaldesa de Cunit, habla de más de un centenar de denuncias. En este sentido, especifica que «la Semana Santa la hemos afrontado partiendo del mismo objetivo con el que venimos gestionando esta crisis sanitaria desde el principio: la protección a la ciudadanía de Cunit», haciéndolo, según sus palabras, «con responsabilidad», «Por eso, desde el viernes día 3, el 90% de los accesos de entrada les cerramos con barreras de hormigón. Y se incrementaron los controles de policía, tanto de día como de noche, tanto en las entradas como en las zonas comerciales. Ha habido una coordinación determinante con otros cuerpos de seguridad como Mossos d'Esquadra y Guardia Civil. En total, hasta hoy han sido 112 deníncies, más de 20 evitando la llegada a las segundas residencias». «Lamentamos la inconsciencia e irresponsabilidad, insolidaridad. Podríamos definirlo así. La solución de esta situación pasa por la conciencia individual. Quedarnos en casa es la vacuna que tenemos hoy por hoy», sentencia.
Granados, feliz
Finalmente, según Pere Granados, alcalde de Salou, «los salouenses y las salouenses han respetado el confinamiento y las recomendaciones sanitarias. El periode festivo nos ha dejado imágenes de Salou nunca vistas, con las calles, playas y paseos vacíos. Una imagen que, sin duda, dejará huella en nuestras retinas y que deseamos que no se vuelva a repetir nunca más». «La Policía Local han trabajado de forma eficaz y ha realizado 3.550 controles, desde el miércoles, día 8, hasta el domingo de Pascua, y ha puesto 130 denuncias por haberse saltado la orden de confinamiento y porque el desplazamiento no estaba justificado. Y de estas 130 denuncias, sólo una era para un visitante de segunda residencia,» especifica al alcalde.
Y ahora, qué
Una de las grandes preguntas que ahora se hacen los habitantes de la Costa Daurada es qué pasará a sus municipios después de una Semana Santa sin visitantes y, en consecuencia, sin ingresos. Los alcaldes también han ofrecido su opinión.
Molinera destaca que «estamos preparando algunas bases de apoyo al sector del comercio, pero eso irá acompañado de medidas. Por suerte, en Altafulla no tenemos deuda y hay un remanente de tesorería de unos 800.000 euros. Tendremos que enderezarlo, tendremos que cambiar prioridades». Para Roda, Virgili cree oportuno «aumentar las partidas de Servicios Sociales y ayudas al Empleo en el presupuesto de este año. Queremos ayudar a la gente si tiene que contratar a alguien para que tenga el mínimo coste posible y que las ayudas que brindamos a negocios puedan repercutir positivamente en los bolsillos de los clientes, mediante rebajas de precios o de otros, que todavía estamos concretando».
Qué hace el resto
Eduard Rovira esperará a ver qué hacen otras localidades. «Estamos haciendo los estudios oportunos, poniéndonos en contacto con operadores y establecimientos. Estableceremos medidas de apoyo, que todavía no hemos pensado. Copiaremos a lo que harán otros lugares, siempre que creemos que es lo mejor para nuestros vecinos. Intentaremos mirar de qué manera podemos ayudar».
El alcalde de Vila-seca apuesta por ir de la mano de otras administraciones. «Tengo que ir con soluciones concertadas de la mano del Estado, de la Generalitat y de los Ayuntamientos que tenemos que colaborar para encontrar soluciones que sean complementarias cada uno en su ámbito. Una vez acabado el confinamiento, inmediatamente tendremos que empezar a trabajar medidas», opina.
Dolors Carreras muestra su angustia por la situación actual y también apuesta por medidas que beneficien al ciudadano. «Me preocupa la situación económica de nuestro comercio y de nuestros empresarios. Ya anunciamos que no cobraríamos un trimestre de los impuestos municipales, pero estamos estudiando otras fórmulas de compensación adicionales por los agravios de no haber podido abrir durante la Semana santa, que es una de las épocas fuertes junto con los meses de verano», dice.
Finalmente, Pere Granados apunta que «esperamos remontar esta parálisis de la actividad turística basando nuestras estrategias y campañas en el turismo de proximidad». «Necesitamos dinamizar, pues, esta industria motor, pero tenemos una realidad todavía mas dura: los trabajadores y las trabajadoras del sector del turismo. Necesitamos, con urgencia, que Europa, el Gobierno del Estado español y la Generalitat de Catalunya creen unas ayudas específicas para dinamizar el sector turístico, y no sólo el sector del alojamiento, sino también la de los autónomos, así como la atención y ayudas a los trabajadores y trabajadoras del sector turístico», apunta Granados.