El Ayuntamiento de Sarral, de acuerdo en juntar fiestas de Quintos y Pubilles
Siete chicas reivindicaron igualdad en un vídeo colgado en redes
Victòria Cañís, concejala de Cultura y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sarral, se mostró favorable ayer a modificar la organización de las fiestas de los Quintos y de las Pubilles, tal como reivindican en un vídeo las herederas de este municipio, siete chicas que colgaron en las redes sociales un mensaje dirigido a todo el pueblo.
La Festa de les Pubilles de 2020, que se tenía que celebrar este pasado domingo 12 de abril y que no se pudo llevar a cabo a causa del confinamiento, se postpondrá y no se anulará, según afirma la concejala de Cultura, a quien se encarga de esta festividad siempre enmarcada dentro del Domingo de Ressurrección. La reivindicación de las chicas consiste en poder organizar ellas mismas su fiesta –de la misma manera que hacen los chicos en los Quintos, alrededor de Sant Antoni, en enero–, pero no renuncian a poder trabajar conjuntamente en la fiesta más importante, que es la de los Quintos. En este sentido, el Ayuntamiento de Sarral –gobernado por un pacto entre la FIC y una candidatura ligada a Esquerra Republicana– da apoyo «totalmente» a la idea de las chicas, pero avanza que hay un escollo. Según relata la concejala de Cultura, Victòria Cañís, «el pueblo está muy partido» por las diferentes opiniones. Los que no están de acuerdo alegan la «tradición» de los Quintos, una fiesta inicialmente enfocada a celebrar la mayoría de edad de los chicos que posteriormente irían a hacer al servicio militar.
Cañís asegura sobre las chicas que «llevábamos trabajando con ellas desde que entramos en el equipo de gobierno» y que de cara a los Quintos de 2020 «hicimos todo lo posible» para cambiar el modelo. En una reunión juntos, los chicos se habrían negado a compartir el liderazgo de la fiesta con el género contrario. «No hubo manera», reconoce la concejala. Lo que sí que había cambiado en la Festa de les Pubilles, que se tenía que celebrar tres meses después de la de los chicos, era que en lugar de tener que bailar sardanas había planeado un vermú musical y ellas mismas se habían pagado las orquestas. El acto, sin embargo, no se acabó haciendo por el estado de alarma actual.
El conflicto principal radica en que si bien las chicas tienen su fiesta, esta no es tan reconocida como la de los chicos. «En los Quintos participa todo el pueblo, es como si fuera un carnaval, se preparan carrozas y dan las tres vueltas a la Muralla», explica. Es en esta fiesta que los chicos, también nombrados Quintos, deciden las mejores carrozas, organizan la guerra de caramelos, optan con quién bailar y van sobre la carroza principal, entre otros. Es este el protagonismo que quieren compartir las chicas, que ven como también en la fiesta de las Pubilles están obligadas a bailar con sus padres.