El cierre de restaurantes y el paro del turismo, «un golpe muy duro» para los elaboradores de vinos espumosos
La DO Cava, Corpinnat y la DO Penedès temen que se resienta el precio de la uva y reclaman ayudas para las bodegas
Al confinamiento del estado español se suman las limitaciones a países de todo el mundo, hecho que frena las exportaciones. La DO Cava –principal elaborador de espumosos- asegura que hay un «padecimiento» generalizado, mientras la DO Penedès prevé que habrá productores de Clàssic que «se quedarán por el camino». Los tres entes elaboradores avisan de que la situación actual agravará el conflicto por el precio de la uva y reclaman a la administración que apruebe medidas de apoyo a las bodegas.
Aunque los supermercados siguen vendiendo botellas, el enemigo principal en qué se están enfrentando los elaboradores de Cava, Clàssic Penedès i Corpinnat es el cierre de restaurantes y hoteles, que habitualmente centran el grueso de la facturación al mercado nacional. Un cierre que ha coincidido con Semana Santa, la cual acostumbra a significar un pico en el consumo de espumosos. «La situación por el sector está siendo difícil», el presidente de la DO Cava, Javier Pagès.
Desde la DO Penedès, el director, Francesc Olivella, recuerda que hay bodegas que están centrados en elaborar Clàssic Penedès. Con el freno de la actividad del vino espumoso, asegura que algunas marcas «han vendido cero botellas el último mes» y teme que habrá elaboradores que no podrán superar la sacudida económica. «Si eso se alarga mucho, quedarán empresas por el camino», lamenta, haciendo un llamamiento a la unidad del sector para aplicar soluciones que eviten este extremo.
En el caso de la DO Cava y Corpinnat, hay varias empresas que han aprobado ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo), y la mayoría han tenido que ajustar las cuentas. El gerente de Corpinnat, Jaume Mata, recuerda que las bodegas de esta marca colectiva embotellan espumosos a un mínimo de tres años vista, de manera que las empresas siguen trabajando sin recibir los ingresos habituales del día a día. «Es un momento de grandes sacrificios», observación.
Mercado exterior, a bajo ritmo
Con respecto a las exportaciones, los elaboradores de espumosos pueden seguir vendiendo en el extranjero porque las mercancías no se han visto afectadas por las restricciones de circulación. Con todo, la DO Cava observac que «hay muchas limitaciones logísticas y operativas», hecho que dificulta el ritmo habitual de trabajo hacia el mercado exterior.
Al mismo tiempo, países de fuerte consumo de espumosos también tienen la restauración cerrada, de manera que se ha frenado el ritmo de ventas. «Hasta que no abran al 100% mercados como Bélgica, los países nórdicos, Holanda, Inglaterra, Alemania, Japón o los Estados Unidos, no tendremos un cierto aligeramiento», afirma Javier Pagès.
La verbena de Sant Joan, una fecha clave en el aire
Desde la DO Cava, la DO Penedès y Corpinnat comparten la desazón de no saber cuándo se levantarán las restricciones al estado español y se podrá reactivar la actividad en restaurantes y hoteles. Confían en que este verano podrán reabrir tímidamente, con el deseo de que, como mínimo, se reactive el consumo local, mientras dan por hecho que el turismo no se repondrá hasta el 2021.
En medio de estos pronósticos, sin embargo, también chocan con la incertidumbre de no saber qué pasará con la verbena de Sant Joan. Los elaboradores calculan que el 23 de junio es una fecha demasiado próxima como para imaginar una cierta normalidad en la celebración de las verbenas, y ven inviable conseguir las ventas habituales de esta fiesta.
Medidas extraordinarias para dinamizar la producción
Uno de las desazones principales que expresan los responsables de la DO Cava, DO Penedès y Corpinnat es la repercusión que la caída de las ventas tendrá en la próxima vendimia. Si el año pasado ya hubo un enfrentamiento entre elaboradores y campesinos por el precio del kilo de uva, los tres nos temen que el conflicto irá a más porque las bodegas tendrán menos poder adquisitivo y pugnarán a la baja. Desde Corpinnat advierten que esta situación comportará una vendimia «dura» para este año pero también para el 2021.
En paralelo a la negociación entre compradores y vendedores con la mediación de la administración, la DO Cava reclama en el Ministerio de Agricultura que fije medidas de apoyo al sector para afrontar la próxima vendimia sin conflictos. Por ejemplo, para resolver el sobrestock de vinos de las bodegas, defiende que hay que fomentar la destilación de crisis, como en medida «más potente» a corto plazo.
A su vez, laDO Penedès también pide que se permita el uso de Mosto Concentrado Rectificado (MCR), que sustituye el uso de azúcar de la segunda fermentación por el uso de mosto propio. Francesc Olivella remarca que «eso ayudaría a sacar volumen de vino del mercado y beneficiaría los productos ecológicos». Esta medida la tiene que avalar el propio sector, mientras que la destilación tiene que estar financiada por las administraciones.