Diari Més

Economía

El Ayuntamiento de Amposta calcula en un mínimo de 875.000 euros la factura de la covid-19

El alcalde, Adam Tomàs, reclama al Estado y la Generalitat mantener las aportaciones e inyectar liquidez en los municipios

El alcalde de Amposta, Adam Tomàs.

El Ayuntamiento de Amposta calcula en un mínimo de 875.000 euros la factura de la covid-19ACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El Ayuntamiento de Amposta calcula que la crisis generada por la covid-19 puede acabar suponiendo una factura de 850.000 euros en las finanzas municipales. Son los cálculos de lo que puede dejar de ingresar en impuestos, tributos y servicios suspendidos a raíz del coronavirus, sumados, a los recursos destinados a paliar la situación de familias y tejido productivo local. El alcalde de Amposta, Adam Tomàs, prevé las principales repercusiones entre los meses de abril y mayo, pero en algunos casos concretos se pueden acabar alargando todo el año y, en cualquier caso, condicionarán el próximo presupuesto. Todo, además, siempre y cuando los gobiernos español y catalán mantengan las aportaciones ya comprometidas. Tomàs, de hecho, les ha reclamado que inyecten más recursos a los municipios.
Las medidas fiscales aprobadas en los primeros momentos de la crisis, con la supresión de recibos municipales por servicios que no se prestaban –caso de la ocupación de vía pública o la tasa de basura en los comercios- ya supone una factura mensual de unos 120.000 euros, según apunta el alcalde. «Calculamos que gran parte de los recibos serán los correspondientes entre marzo y mayo, pero hay que sumar aquello que prevemos que se alargará», ha anticipado. En concreto, los 40.000 euros mensuales de la piscina municipal o el Centro de Tecnificación Deportiva, cuyas instalaciones tenían que aportar este año unos 300.000 euros acogiendo las estancias de deportistas y selecciones extranjeras en verano, una cifra que ahora se puede quedar en la mitad una vez ya se da la temporada por «perdida».

A todo eso, hay que añadir las aportaciones que el consistorio ha hecho, destinando recursos previstos que inicialmente estaban previstos por obras o alcantarillado. Son 60.000 euros para ayudas al alquiler de las familias –una cifra que Tomàs prevé ampliar en breve con 50.000 euros más; 15.000 euros para el programa de apoyopara la compra de alimentos 'Ticketfresco' –que también dispondrá de más recursos; así como unos 200.000 destinado a los autónomos –una ayuda lineal de 500 euros en cada caso- que puedan acreditar una reducción de la facturación y que se tiene que materializar a principios del mes de mayo.

La suma de todos estos conceptos asciende a unos 875.000 euros, «partiendo de la base» que tanto el Estado como la Generalitat mantendrán todas las aportaciones económicas ya comprometidas con los municipios y se acaben manteniendo las previsiones de recaudación. «Si el Estado dijera que no nos puede dar todo el fondo de participación este año y lo baja un 30% eso es un millón de euros. Será insostenible. Pero si tenemos que cerrar con déficit lo haremos, no vemos problema. Si ahora alguien tiene que dar la cara, se tiene que endeudar y tiene que ser deficitario tienen que ser los entes y administraciones locales para que el pueblo lo sufra menos», subraya.

Tomàs se muestra comprensivo con el hecho de que el gobierno español esté, en este estadio inicial, «centrado en dar apoyo a las familias y las empresas, que es lo que toca», pero cree que «llegará el momento» que dé «liquidez en los ayuntamientos», como las primeras administraciones a tomar medidas paramayor capacidad de maniobrar y proximidad con la ciudadanía. No entiende que la autorización de utilizar los superávits de ejercicios anteriores genere todavía dudas en Madrid.

A pesar de la necesidad de liquidez -entre otros capítulos, el Ayuntamiento tiene que hacer frente mensualmente al pago de un millón de euros en salarios y, en la actual situación de paralización de buena parte de la actividad municipal, no se plantea aplicar ninguno ERTE-, la capacidad económica del ente no se tambalea, según el alcalde. Sostiene que la gestión de los últimos años ha dejado un importante remanente de tesorería y tienen todavía pendientes de cobro aportaciones de la Generalitat o subvenciones del fondo FEDER. «Si nos pagaran todo lo que nos decían estaríamos en una situación óptima: capacidad económica tenemos», asegura.

En cualquier caso, el gobierno municipal ya asume que tendrá que cerrar el ejercicio con números negativos respecto de los presupuestos aprobados y que el coronavirus acabe acondicionando de forma seria la previsión de ingresos así como la recaudación en las cuentas para el próximo año.

tracking