Los apartamentos turísticos han perdido 3 millones de euros en cancelaciones

Sólo en cancelaciones, los propietarios de establecimientos vinculados a la Associació d’Apartaments Turístics del Camp de Tarragona i les Terres de l’Ebre (AAT) han sufrido una pérdida de 3 millones de euros a 15 de abril, informó en esta redacción a su presidente, Joan Calvet. Por su parte, Xavier Guardià, responsable de relaciones institucionales de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), comentó que la situación provocada por la pandemia por coronavirus puede ser «catastrófica» para el sector en todos sus ámbitos, desde los hoteles en los campings, apartamentos y casas rurales. Esta palabra también fue utilizada por Calvet para definir el momento de depresión que vive el turismo y el hecho de que no se ve la salida de un túnel que se prevé más largo de lo que se había llamado|dicho unas semanas atrás. El sector vive sometido a las incertidumbres que le está generando la pandemia y el desconocimiento del futuro, que le complica preparar la reapertura.

Calvet explicó que a las pérdidas generadas por las cancelaciones a causa del cierre de los apartamentos y viviendas turísticas, de tres millones de euros hasta el día 15 de abril, hay que sumar una cuantía superior, como es la que se deriva de lo que se ha dejado de contratar hasta ahora y, también, en el futuro más inmediato. El sector vive con mucha «preocupación» la parálisis que lo afecta a causa de la pandemia. Calvet apuntó que la pérdida de la campaña de Semana Santa y el hecho de desconocer cuando se normalizará el turismo, plantean grandes dudas a un sector que, además, teme que sea de los últimos al volver a cierta normalidad. «Catástrofe» es la palabra más usada por el sector para definir el estado de la cuestión.

El presidente del AAT, entidad con 78 empresas asociadas, 5.008 apartamentos y viviendas turísticas y unas 25.000 plazas en las comarcas tarraconenses, comentó que, actualmente, sólo han abierto unos pocos para servicios sociales o albergó familias en situación de exclusión social. «Poder abrir en junio sería genial», dijo Calvet, quien apuntó que todavía «estamos a la espera de recibir los protocolos de actuación de la administración para cuando llegue el momento de proceder a la apertura».

Momento de incertidumbres

Xavier Guardià, como representante de la FEHT, también habló de situación «preocupante» y «catastrófica», e incluso manifestó que, ante los interrogantes que tiene a su delantera el sector, «quizás algún hotel se plantea no abrir este año porque no le salen los números».

Guardìà comentó que no hay muchas diferencias en los diferentes sectores del alojamiento turístico, como hoteles, apartamentos y campings con respecto a la incidencia negativa de la pandemia por coronavirus. «Hemos perdido la campaña de Semana Santa y ahora el inicio de la temporada, y lo peor es que no sabemos cómo irá el mes de julio ni cuándo podremos empezar a abrir los establecimientos».

El sector «ya ha perdido el inicio de temporada, que en nuestra casa siempre es muy bueno porque nos visita gente de la tercera edad de Europa y personas que viajan en caravanas», dijo Guardián, quien considera que la recuperación puede pasar por el crecimiento del turismo nacional, dado que está el interrogante si la gente hará largos desplazamientos y en otros países cuando se levante el estado de alarma. En este contexto, Guardià dijo que «en Alemania ya se hacen campañas pidiendo que la gente del país haga las vacaciones en casa».

Con respecto al turismo internacional que visita la Costa Daurada, Guardià indicó que el «más fiel» es del sur de Francia, que acostumbra a alojarse en campings, que probablemente no fallará. Hablar de qué hará el resto es hacerlo en un graninterrogante, según comentó el portavoz de la FEHT.