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Se dispara la demanda de mamparas: lista de espera y proveedores casi sin stock

La empresa Proycasa de Valls ha agotado todo el policarbonato que tenía en stock

Núria Piqué, propietaria de la empresa Proycsa de Valls, transportando una pieza de policarbonato en la nave de la empresa en el polígono industrial de Valls.

Se dispara la demanda de mamparas: lista de espera y proveedores casi sin stockACN

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La demanda de mamparas de metacrilato para proteger trabajadores y clientes con el retorno de la actividad económica ha desbordado todas las expectativas del sector. Los empresarios especializados en la producción y distribución de este tipo de materiales tienen un avalancha de encargos y cada vez más problemas para conseguir materia prima. Un proveedor vende cada semana 100 toneladas de metacrilato a toda Cataluña, y empresas por todo el territorio se encargan de diseñar las pantallas a petición de los clientes. Hay empresas que han llegado a doblar turnos y han contratado gente temporalmente, mientras que a la mayoría el stock es, literalmente, cero. Y las listas de espera son generalizadas.
La demanda de metacrilato ha desbordado tanto mayoristas como talleres del sector. Dentro del primer grupo se encuentra Polimero Tecnic, una empresa gerundense con sede en el polígono de Riudellots de la Selva que distribuye materiales plásticos y que estas últimas semanas ha visto cómo los pedidos de metacrilato se han llegado a multiplicar por cinco. Tanto que ahora, ya venden 100 toneladas por semana.

Los cantos rodados, cuando llegan, ya no se entran ni a almacén. No demos al alcance; tan pronto como nos llegan, se van», explica al ACN el director general de Polimero Tecnic. La empresa tiene participación en diferentes fábricas, que son las que le suministran el material. Pero en el caso del metacrilato, ya han tenido que recurrir a terceros para intentar abastecer la demanda. Y comprar incluso en Asia.

«La verdad es que la demanda se tensa cada vez más», admite a Quim Aliu. Y de hecho, ahora mismo, los nuevos pedidos que le entran a Polimero Tecnic ya tienen julio como plazo de entrega. Y en el caso de las fábricas, se alarga todavía más. Porquela producción, concreta el director general de Polimero Tecnic, ya está comprometida hasta octubre.

Demanda disparada

En Plastic Express, una empresa de Barcelona especializada en la manipulación de metacrilato y policarbonato, el volumen de trabajo no ha parado de aumentar. «La demanda nos ha crecido mucho; hemos tenido que doblar turnos y contratar gente de forma temporal», explica su gerente, Joaquim Figueras. Como el resto de empresas, los nuevos pedidos provienen de todos aquellos sectores que necesitan fortalecer las medidas de protección para poder volver al trabajo de forma segura. «El 90% de los productos que nos piden vaso destinados a la protección de los trabajadores», comenta al directivo.

Negocios como las farmacias, los laboratorios o los hospitales se han convertido en sus principales compradores, pero desde Plastic Express creen que, en los próximos días, llegará una nueva oleada de clientes. «De aquí poco también empezarán a venir los bares, los restaurantes, las peluquerías o las estéticas», afirma Figueras. Por otra parte, la empresa también ha incrementado notablemente su volumen de exportaciones, especialmente en países como Italia, Francia o Portugal.

La gerente de la empresa de Sant Cugat Aluminis SC, Raquel Llasera, asegura que en las últimas semanas la demanda de mamparas de metacrilato se ha multiplicado por tres. «Muchos sectores se empezaron a interesar por este material porque inicialmente era más económico que el cristal», comenta la responsable de la compañía santcugatense. Con todo, también advierte que cada vez es más complicado encontrarlo al mercado español y asegura que el precio se ha disparado. Llasera ha empezado a contactar con productores del sur de Francia para ver si les pueden proporcionar.

«Creemos que cuando el desconfinamiento avance todavía se disparará más la demanda», señala Llasera. Desde su punto de vista es «imprescindible» que haya una normativa clara que determine si el uso de estos elementos tiene que ser obligatorio, de qué material tienen que estar hechos, qué dimensiones tienen que tener y dónde se tienen que colocar. «Los propietarios de los establecimientos no quieren invertir en un producto que todavía no saben si más adelante tendrán que cambiar», explica.

La responsable de la compañía indica que el precio de una mampara estándar de 90x65 es de 79 euros. Aluminis SC dispone de una plantilla de treinta trabajadores. De estos, actualmente sólo están trabajando ocho y el resto están afectados por un ERTO. «Son los empleados de la fábrica que tenemos en Rubí que han vuelto al trabajo, pero las tiendas las tenemos cerradas», afirma.

Las ventas de mamparas en la empresa de Olot Metacrilat.com se han triplicado a raíz de la crisis sanitaria. Según explica al ACN su gerente, Lluís Clavaguera, el principal problema es, como el resto del país, que no hay lo bastante material para tanta demanda porque la pandemia es mundial y en muchos países se reclaman productos similares. El taller de Olot compra el metacrilato en planchas grandes y después las corta. Tiene diferentes proveedores pero desde que empezó la crisis sanitaria le sirven menos material.

Desde la barcelonesa Plastic Express, Joaquim Figueras asegura que, a estas alturas, dispone del material suficiente para hacer frente a la demanda. «Hace unos días vale diseñar un programa de compra para saber si nos podía llegar todo aquello que necesitábamos», explica. A pesar de todo, admite que el futuro es «muy incierto» y señala que el material en Cataluña empieza a ser escaso. «Algunos de los últimos pedidos los hemos tenido que ir a buscar a fuera», dice el directivo.

Precisamente por esta situación, en Olot Metacrilat.com tiene una cincuentena de encargos de clientes en lista de espera. La compañía espera poder ir sirviéndoles a medida que reciba el material. Clavaguera explica que cada día reciben unas 15 llamadas para preguntar o hacer encargos, algunas incluso de Francia e Italia. A pesar de este repuntede actividad, esta empresa no se plantea reforzar la plantilla de cinco trabajadores porque hay mucha incertidumbre. «No sabemos si las mamparas acabarán quedándose, como ha pasado con la industria, y si los comercios y todo lo que sea de atención al público lo incorporarán con normalidad», afirma el gerente.

En todo caso, actualmente ya llevan hechas unas 300 mamparas. «Venderíamos tantas como quisiéramos si tuviéramos lo bastante material», admite Clavaguera. De hecho, en Metacrilat.com incluso se plantean empezar a hacer mamparas con otros materiales como el policromato compacto, que es más duro pero que serviría al igual que a protección.

A raíz de esta falta de metacrilato a nivel mundial, desde Polimero Tecnic están intentando potenciar otros materiales, como el policarbonato o el polipropileno celular. También sirven para hacer pantallas de protección, pero a diferencia del metacrilato, no son transparentes (sino más opacos o traslúcidos).

Eso sí, serían adecuados, como concreta Aliu, para separaciones de sectores como «la industria, la hostelería o los despachos profesionales». Y si bien antes el precio podía suponer una barrera, ahora ya no. «La demanda ya no se basa, sino que prioriza la disponibilidad inmediata; y con estos materiales, es», explica el director general.

Mamparas de policarbonato

La empresa Proycasa, de Valls, ya utiliza materiales alternativos en el metacrilato. La compañía, dedicada a la fabricación de protecciones industriales, ya ha agotado todo el policarbonato que tenía en stock por la demanda de mamparas. Una de las propietarias de esta empresa familiar, Núria Piqué, explica al ACN que empezaron a hacer publicidad después de haber tenido que cerrar durante las dos semanas de confinamiento total. Desde entonces, han elaborado para negocios como pastelerías y farmacias, e instituciones con espacios de atención al público.

Las planchas hacen seis metros cuadrados y tienen un grosor de justocuatro milímetros. Se cortan y ajustan a la medidadeseada con una sierra de disco y, si se quiere que tengan una ventanilla, pasan por la fresadora automática. «Nosotros estamos acostumbrados a hacer protecciones mayores y robustas, pero ahora nos piden mamparas económicas y que hagan el trabajo», detalla a Piqué, que continúa a la espera de recibir más materia prima de cara a la semana que viene.

Junto a esta nave está el taller Jeatec, especializado en mantenimientos y mecanizados industriales. Al ver que el trabajo los había bajado, los tres socios -Eudald Coll, Jordi Campanera y Antoni Campanera- decidieron aprovechar la oportunidad y entrar también al negocio de las mamparas. La empresa Proycsa los suministra las piezas y ellos las acaban y distribuyen, sobre todo en pequeños comercios locales u oficinas. «El punto crítico ahora es la materia prima. No hay manera de encontrarla y ya hemos perdido alguna venta por eso», lamenta Coll.

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