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Sociedad

Las demandas de ayuda a los servicios sociales y entidades de Amposta suben un 15%

Detectan usuarios no habituales que solicitan apoyo económico para pagar alquileres, alimentación o higiene

Voluntarios de Cruz Roja de Amposta preparando cajas con productos alimenticios y de higienees para repartir entre las familias más vulnerables de la ciudad.

Las demandas de ayuda a los servicios sociales y entidades de Amposta suben un 15%Creu Roja Amposta

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Las demandas de ayuda a los servicios sociales municipales o las entidades de Amposta han subido en torno a un 15% con la actual crisis del coronavirus. Las peticiones, principalmente, están destinadas a cubrir necesidades como el pago del alquiler de la vivienda así como la compra de productos de alimentación e higiene. La principal novedad de esta situación, coinciden tanto el Ayuntamiento como las organizaciones, es que muchos de los demandantes no son usuarios habituales de estos servicios. El consistorio, que destinó inicialmente 60.000 euros en ayudas al alquiler y les prevé ampliar en 50.000 más, ya ha anunciado también que ampliará este año los recursos que aporta a entidades como Cruz Roja, Càritas o Siloé.

El llamado«ticketfresco», uno de los programas de ayuda social de la administración local para garantizar el acceso a alimentos frescos y con una mínima calidad a unidad familiares con pocos recursos, acumulaba 27 familias usuarias hasta el pasado 13 de marzo. Entre el 14 de marzo y el pasado 14 de abril, se incorporaron unas 60 familias más, la mayor parte de las cuales «no son usuarios habituales de los servicios sociales», según precisa el alcalde de Amposta, Adam Tomàs. Este es sólo uno de los indicadores que permite intuir el alcance de la crisis social provocada por la pandemia y su gestión. Tomàs cifra el crecimiento total de demandas en las entidades entre un 10 y un 15%.

Pero quien mejor conoce aquello que pasa en la calle, aparte de los servicios sociales municipales, son las entidades que trabajan a primera línea. Cruz Roja, por ejemplo, atiende a unas 5.000 personas en la ciudad, muchas de ellas niños y niñas de familias con pocos recursos. La presidenta local de la entidad, Tere Reche, confirma que el crecimiento de la demanda de ayuda se sitúa entre un 15 y un 20% más con la pandemia del coronavirus.

«Hace un año, con la crisis, las familias se empobrecían en muchos aspectos: salud, higiene dental o mental y y crecían patologías adicciones que en otro momento no pasarían. Llegados aquí, y en el último mes y medio o dos meses, se ha acentuado tanto para los servicios sociales como paranosotros», asume. Ahora, asegura, no hay día que voluntarios o trabajadores sociales se encuentren en un caso de gravedad. En muchos casos, son familias que dependían de los ingresos de actividades de la economía sumergida, que se encuentran en el umbral de la pobreza, y que el paro porla crisis del coronavirus ha dejado del todo sin recursos.

Con todo, buena parte de ellas, precisa, coincidiendo con lo que apunta al alcalde, nunca se habían visto obligadas anteriormente a recurrir a este tipo de servicios. «Aunque tienen cierta prudencia a la hora de hacer estas demandas y todos creemos que no nos pasará nunca, tienes una familia, tienes que llenar una nevera, comprar una bombona de butano, ir a la farmacia a buscar medicación, tienes bebés que necesitan leche y pañales... Por lo tanto, han tenido que bajar a la situación y hacer la demanda», asegura. «I de la manera que van las cosas no creo que baje: se acentuará un poco más, aunque todos estamos haciendo muchos esfuerzos», añade.

Alimentos y productos de higiene

Eso afecta, especialmente, para los productos más básicos: «desde un rollo de papel higiénico al plato de espaguetis». Los voluntarios reparten también, desde su local, pañales y productos para bebés. Ahora lo hacen cada dos días y preservando las medidas de seguridad para evitar situaciones de riesgo entre voluntarios y demandantes de ayuda. Para poder dispensar esta ayuda, Cruz Roja de Amposta dispone de 30.000 euros anuales provenientes del convenio con el Ayuntamiento –a los cuales se suman unos 6.000 de un programa de tratamientos de higiene dental.

Además, subraya Reche que la coordinación con los servicios sociales municipales es fundamental, en este sentidopara dar respuesta adecuadamente a las múltiples necesidades. «La primera vez que vienen a nosotros lo cubrimos, pero después los derivamos a servicios sociales y, así, podemos repartir mejor los recursos y no nos solapamos», apunta. No prevé una situación de carencia con respecto a productos alimenticios o higiénicos pero dice que otros gastos familiares, como los alquileres o la energía, requerirán ayudas complementarias.

Movilización de recursos municipales

Ante este escenario, el gobierno municipal ampostí decidió ampliar sus programas en marcha para dar respuesta a la elevada demanda. De los 7.000 euros que se destinaban a alimentación se pasó a los 15.000. Las ayudas de urgencia, que cubren el pago de alquileres, por ejemplo, subieron de 40.000 a 60.000, con la voluntad de ampliarlos de forma inminente con unos 50.000 euros más, moviendo recursos de partidas destinadas a actos como la Fiesta del Mercado a la Plaza –unos 150.000 euros-, que este año se ha tenido que suspender. Tomàs estudia también ampliar los cerca de 50.000 euros que el consistorio destina a las entidades sociales paraunas necesidades muy mayores respecto de las de los últimos años.

«Podemos ampliar las partidas en función de las necesidades», apunta a Tomàs, recordando que en estos casos no es necesario que este trámite relacionado con la crisis por la Covid-19 tenga que pasar por el pleno. Esta semana, por ejemplo, está previsto que la Junta de Gobierno Local apruebe habilitar 200.000 euros en ayudas directas para los autónomos de la ciudad que acrediten una reducción de la facturación por cubrir –con uno ayudas lineal de unos 500 euros- el pago de recibos, hipotecas o contratación de trabajadores.

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