Dejar las playas tarraconenses a punto, prioridad para Costes y ayuntamientos
El paro por el coronavirus ha dejado en suspense la reparación de los estragos provocados por el temporal Gloria
Dejar las playas tarraconenses a punto, prioridad para Costes y ayuntamientos
Las reparaciones de emergencia de los estragos que el temporal Gloria causó a finales de enero no habían prácticamente empezado antes de que el gobierno español declarara el estado de alarma a mediados de marzo. Ahora, con voluntad de terminar el grueso a finales de junio, Costas y ayuntamientos se han puesto a trabajar esta semana. El Estado ejecuta las obras de envergadura para recuperar la línea de costa pero serán los consistorios quienes tendrán que asumir la reposición de servicios y mobiliario.
El alcalde de la población, Jordi Gaseni, calcula que tendrán que invertir en total unos 50.000 euros –sin contar la mano de obra– en las actuaciones para restaurar las playas, incluyendo los servicios y sus accesos, después de los daños ocasionados por el paso del Gloria. Cree que, a lo largo del próximo mes de junio, las principales carencias quedarán resueltas pero admite que las obras se alargarán hasta bien entrado el verano. Fue un temporal inédito por su virulencia y zonas como el tramo del paseo marítimo entre el Alguer y Pixa-Vaques, en el mismo núcleo urbano, han sufrido visiblemente la levantada.
Si bien en la mayoría de playas naturales del término municipal el temporal no ha causado destrozos importantes –más bien al contrario, según los casos–, la afectación en los espacios más humanizados ha sido considerable. Con decenas de calas en su término municipal, seis playas consiguieron el pasado 2019 la bandera azul gracias también a la accesibilidad y los servicios que el temporal dañó. «Vamos incidiendo en las cuestiones más relevantes que puedan afectar a los usuarios que, esperamos, nos visiten en breve», sostiene Gaseni.
Obras con retraso por el coronavirus
La flexibilización de las restricciones ha hecho coincidir el inicio de las obras por parte de los consistorios con la reanudación de las actuaciones de «emergencia» por parte de la Dirección General de Costas y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica. De hecho, justamente después del temporal los ayuntamientos presentaron una relación detallada de daños porque Costas, titular de la zona marítimo terrestre pública, actuara en consecuencia. El gobierno español preveía iniciar las obras para tenerlas terminadas alrededor de semana santa, pero la crisis del coronavirus ha acabado imponiendo un retraso que, como mínimo, será de dos meses.
Así, en paralelo al inicio de las obras en la barra del Trabucador y a la isla de Buda esta misma semana, las máquinas enviadas por Costes ya trabajan en espacios como la playa del Arenal de l'Ampolla, donde el Gloria no sólo se llevó la arena sino que acabó levantando buena parte del paseo marítimo. El gobierno español prevé destinar 3,5 millones de euros a la Costa Dorada y al Ebro, con una especial atención en los espacios del Delta más castigados.
En el caso de la restauración de las playas y el litoral, sin embargo, el criterio estatal, según confirma el subdelegado del gobierno español en Tarragona, Joan Sabaté, es actuar para consolidar la línea costera –también con la aportación de arena- ante el embate de previsibles nuevas llevantades y evitar las inversiones en elementos volubles, que pueden desaparecer en breve. Se descartan, por lo tanto, actuaciones «que tengamos que rehacer cada unos cuantos meses».
Actuaciones insuficientes
Sabaté, en este sentido, reconoce que las obras estatales no son en ningún caso suficientes para recuperar íntegramente el litoral. Reconoce el esfuerzo y la colaboración de las corporaciones locales que, por otra parte, señalado, tienen en el turismo una de las principales fuentes de ingresos económicos. «Es necesario que las administraciones implicadas se arremanguen», apunta, agradeciendo la predisposición municipal en este sentido. Traslada a los consistorios la posibilidad de resarcir los gastos que efectúen en este ámbito una vez el gobierno español amplíe las ayudas para|por los aguaceros a Murcia del año pasado y que ya incluyó el incendio de la Ribera d'Ebre.
«Los ayuntamientos no estamos dispuestos a poner en riesgo aquello que es sagrado para nuestros vecinos y vecinas», subraya Gaseni, reclamando al Estado que asuma su responsabilidad como titular del litoral. «Pero después ponemos la balanza y el Estado, que nos consta que ya ha empezado las obras, tiene unas limitaciones. Después es cuando los ayuntamientos vemos que tenemos que hacer un esfuerzo suplementario, extraordinario. A la gente no los preguntes si es el Ayuntamiento, el Estado, la Generalitat o Europa: lo que quieren son unos mínimos para acceder a sus playas», justifica al alcalde.
Otro tema será si, finalmente, el acceso y las condiciones del uso público de las playas durante el verano del coronavirus se podrán equiparar a temporadas anteriores. «Tenemos que estar preparados por una nueva normalidad. Intentaremos que se acceda a las playas en julio y en agosto pero no podemos asegurar, ahora, las condiciones,» apunta Sabaté. Recuerda que el Ministerio de Sanidad estudia ahora, desde la experiencia acumulada hasta ahora, las posibles medidas de aislamiento social que se puedan aplicar. «Sin embargo, en cualquier caso, ojalá tengamos las playas en condiciones físicas restablecidas y a partir de aquí, pero eso es una cuestión de control social, se tendrá que controlar el acceso a estas playas», cierra Sabaté.