Policial
Los delitos se doblan con la desescalada,però siguen a la mitad que 2019
Los robos con violencia e intimidación han subido especialmente al Camp de Tarragona
Los delitos han pespunteado en Cataluña con el avance de la desescalada, de manera que se han más que doblado desde su media más baja con el confinamiento total, al pasar de 353 casos al día a 821, si bien siguen por debajo de la mitad con respecto al año pasado, antes del coronavirus, cuando había 1.794 diarios.
Así lo han advertido fuentes de la conselleria de Interior y de los Mossos de Esquadra, que han resaltado que únicamente las estafas, con 198 casos al día, quedan al margen de la reducción media del 71% de los delitos durante los dos meses de estado de alarma.
Esta caída de los delitos ha ido evolucionando con el paso de las semanas: una reducción del 77% al inicio, del 80% con el confinamiento total -del 28 de marzo al 13 de abril, con una media de 353 delitos al día-, del 70% al reanudar la actividad esencial y del 54% con el inicio de la desescalada por fases -del 4 al 10 de mayo, con una media diaria de 821 delitos.
En números absolutos, entre el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, y el pasado 10 de mayo, ha habido en Cataluña 28.700 delitos, delante de los 100.926 del mismo periodo del año anterior, hecho que supone una reducción global del 71%.
La flexibilización del confinamiento ha supuesto, según las fuentes, un incremento gradual de la delincuencia, con una excepción, los hurtos -lo más importante en Cataluña-, que han subido ligeramente después de una caída histórica que llegó a ser del 90%, pero que sigue muy lejos de sus valores habituales.
Por su parte, se mantienen estables los robos con fuerza, aunque las fuentes no descartan que cuando se pueda ir a segundas residencias se descubran robos que se han producido estos días y que todavía pasan desapercibidos, lo que comportaría un repunte de las denuncias.
Los robos con violencia e intimidación han subido también, especialmente en el Camp de Tarragona, hasta hoy la zona más poblada de Cataluña en la fase 1 del desconfinamiento, en la cual este lunes se han sumado el resto de la las regiones sanitarias catalanas excepto Barcelona y sus áreas metropolitanas norte y sur.
Una de las principales preocupaciones de los Mossos de Esquadra son las estafas, especialmente por internet, al ser un delito que, a diferencia de los hurtos, no requiere el contacto físico, por|para lo cual se han mantenido en un nivel equiparable en el de la etapa previa al coronavirus.
En este sentido, han proliferado estrategias para obtener los datos de la tarjeta de la víctima, para conseguir una transacción económica haciéndose pasar por un compañero de empresa o por un proveedor o la extorsión en el ámbito de la pornografía.
Con el avance de la desescalada, los Mossos de Esquadra también han detectado un aumento de concentraciones no comunicadas, aunque todavía son esporádicas, así como de actos de violencia contra la policía que no tienen un origen político o social, sino por intervenciones de los agentes en disputas vecinales en que aflora el descontento social después de semanas de confinamiento.
Ante esta situación, los Mossos mantendrán un dispositivo de seguridad que iniciaron hace meses en barrios como Sant Roc y la Mina, además del Arrabal, y también lo extenderán al de la Salud y en otras zonas de Cataluña en que consideren necesario incrementar su presencia policial delante un posible repunte de la reacción desproporcionada a las intervenciones de los agentes, como las que se han producido recientemente en Badalona, Premió, Manlleu y Manresa.
Con respecto al tráfico de drogas, el confinamiento ha provocado una drástica caída, si bien con el inicio de la desescalada las detenciones han aumentado en un 21%, en parte gracias al hecho de que es más fácil detectar a los vendedores, ya que con menos gente en las calles y más controles policiales quedan más expuestos.
En este sentido, los Mossos han contactado con las empresas de mensajeros para darles consejos para intentar detectar si transportan droga sin saberlo, y además han abierto nuevas vías de investigación, ante la sospecha que varias redes criminales aprovechan las dificultades económicas de muchas empresas para intentar realquilar sus naves para cultivar marihuana y aprovechar sus flotas de reparto para distribuir la droga.
A lo largo del confinamiento, los casos con menores vinculados han bajado en un 50%, mientras que las agresiones sexuales también han caído, de manera drástica especialmente las que se producen en situaciones de ocio o por parte de desconocidos.
Por su parte, en los casos de violencia machista se está volviendo a los valores del año anterior, después de semanas en que el confinamiento ha dificultado que se denunciaran las agresiones.
Paralelamente, el avance del desconfinamiento también ha provocado un aumento de casos de personas que se dan por desaparecidas, especialmente de abuelos con Alzheimer o de afectados por enfermedades mentales.