El camping Prades Park reabre y encuentra una oportunidad en la desescalada

Prades Park es uno de los únicos cuatro campings que han abierto en Tarragona con su entrada a la fase 1 de desescalada. Abrió el pasado viernes y tiene un 25% de ocupación. Su ubicación en el corazón de las montañas de Prades y rodeado de naturaleza, la ha ofrecido una nueva oportunidad en pleno proceso de desconfinamiento, al contrario de lo que sucede en los establecimientos turísticos que viven del turismo de sol y playa. Familias que quieren disfrutar de la libertad horaria que ofrece el lugar y de aislarse en plena naturaleza o personas que quieren teletrabajar en este escenario son la principal clientela que ha empezado a llenar los bungalows entre semana.

«Familias que venían en fin de semana, han venido ahora entre semana», explica una de las responsables del camping, Mireia Sans.

El establecimiento ha tenido que adecuarse a las nuevas medidas de higiene y seguridad que impone el estado de alarma. «Hemos instalado pantallas en la recepción, en el minimarket, carteles informativos en la entrada del camping recordando que tienen que guardar la distancia social de seguridad y hemos restringido el acceso a los espacios comunes,» detalla Sans. Lo cierto es, sin embargo, que el alojamiento en bungalows hace la vida más fácil a aquellos que han llegado para pasar algunos días de desescalada. «Los bungalows son independientes. Todos tienen su cocina, terraza, toma de agua y las familias y personas que vienen poder hacer vida como si estuvieran en casa suya. También han llegado autocaravanas que no necesitan utilizar los lavabos comunes», añade. El camping ha distribuido a los clientes en bungalows separados con el fin de facilitar la distancia social. «Todos los que vienen, lo hacen siendo muy conscientes de las normas que marca el estado de alarma y de guardar el distanciamiento social, pero también para respirar aire puro en la montaña, hacer excursiones...», explica Sanos.

La reapertura de este camping, en plena fase 1 después de semanas cerrado, está sirviendo para «arrancar motores e intentar que las pérdidas sean las menos posibles».