Política
La marcha del concejal de Mo1-Te del Catllar deja el gobierno en minoría
El ejecutivo queda con cinco concejales frente a los seis de la oposición que ven difícil forzar un relevo
El concejal de Mo1-Te por el Catllar que ostentaba la primera tenencia de alcaldía y las carteras de Participación Ciudadana, Transparencia, Juventud y Entidades, Daniel Rodríguez Polo, ha abandonado el gobierno municipal, el cual ha quedado en minoría con sólo cinco concejales frente a los seis que sumará ahora la oposición.
La formación de un gobierno alternativo es prácticamente imposible con grupos ideológicamente muy distantes: PSC, Ciudadanos y, ahora, el partido asambleario Mo1-Te. Una de las opciones más viables ahora es que el gobierno –formado por UNICAT-ERC-AM, Juntos pel Catllar y El Catllar Comú Podem- alargue la mano en alguna de las formaciones de la oposición para entrar. Los socialistas del Catllar, según han confirmado a Diari Més, estarían dispuestos a valorar la oferta en este sentido.
Falta de trabajo en equipo, omisión de información relevante y poca sensibilidad hacia el funcionamiento de Mo1-Te, así como el incumplimiento o los retrasos de los acuerdos pactados entre los asamblearios y sus socios de gobierno, son algunas de las razones por las cuales la asamblea de Mo1-Te aprobó por unanimidad romper el pacto de gobierno el pasado viernes, justo un año después de haber entrado al ejecutivo local.
Según ha comunidad la asamblea del partido «en un contexto de grave crisis sanitaria, hemos visto cómo el Ayuntamiento frenaba la creación del grupo de voluntarios de la COVID-19 o cómo era incapaz de saber si se había puesto en contacto con la población de riesgo empadronada en el municipio». Añade que «un año después de entrar al gobierno para cambiar las cosas, salimos por el mismo motivo, viendo que puntos del acuerdo como la realización de una auditoría de cuentas están en|a años luz de hacerse realidad».
Las desavenencias entre el concejal de Mo1-Te por el Catllar y sus socios de gobierno venden de lejos. De hecho, los últimos presupuestos tuvieron que contar también con la abstención del PSC para ser aprobados.
«A partir de ahora no seremos una voz discordante y minoritaria respecto de las otras cinco voces de la Junta de Gobierno. Tendremos voz propia para trabajar de la manera que creemos que hay que trabajar y en la dirección que creemos que hay que trabajar. No tendremos las manos atadas por nadie», ha anunciado la asamblea en el comunicado público dónde informa de su marcha del gobierno municipal.