Medio ambiente
Estado y Generalitat se comprometen a hacer frente a los problemas del delta del Ebre con arena
El Plan Delta impulsado por la Mesa de Consenso propone recuperar a medio plazo los sedimentos retenidos en los embalses
Asume que la normativa europea –que protege el espacio- obliga a evitar la situación de deterioro que sufre el delta del Ebre ante la regresión, inducida también por actividades humanas y el cambio climático. En este sentido, la Red Naturaleza 2000 prevé la necesidad de mantener playas con anchuras superiores a los 50 metros o permitir las corrientes marinas dentro de las bahías. La gestión de los sedimentos fluviales y las arenas litorales, se perfilan como los instrumentos de trabajo.
Las acciones se iniciarían con la aportación y/o redistribución de arenas este otoño invierno, con la posible incorporación de dragas. Existe ya un acuerdo porque tanto el Estado, la Generalitat cómo la Mesa designen un técnico cada uno para desarrollar el anteproyecto de gestión de arenas para los próximos meses, incluyendo el análisis ambiental, la caracterización y la optimización del sistema de dragas.
Sobre el papel, durante los dos primeros años esta medida consistiría en ayudar a reforzar los puntos críticos del Delta, muy tocados después del paso del Gloria. De cara al tercero y cuarto año, se materializaría una aportación masiva para recuperar anchuras de playa seguras allí donde se han perdido. Eso implicaría el estudio de nuevas fuentes de sedimentos, más allá de las acumulaciones en el litoral deltaico.
Ganar tiempo para que lleguen los sedimentos
Esta estrategia, de acuerdo con el Plano Delta, permitiría ganar tiempo hasta que se materializara una solución más duradera para los problemas del espacio: la llegada de los sedimentos fluviales que, desde hace más de medio siglo, retienen los embalses de la cuenca, especialmente los del tramo final. Una vez lleguen efectivamente al Delta, apuntan desde la comisión, la aportación de arenas irá decreciendo, «salvaguardando siempre las necesarias para evitar la regresión».
La propuesta concreta es efectuar los estudios técnicos, ambientales y económicos para hacerlo posible. También desplegar una prueba piloto por der el traspaso de sedimentos desde el embalse de Riba-roja y adquirir los conocimientos necesarios. El ACA ultima los estudios preliminares para diseñar la operación, haciéndose cargo de su ejecución y de los recursos económicos necesarios.
En este ámbito concreto, se han creado grupos de trabajo expertos para la gestión de los sedimentos tanto al Ministerio para la Transición Ecológica como a la Comisión encargada por el Parlamento. La Mesa participará en estos grupos y trabajará «para una mayor y mejor coordinación» entre ellos.
Por último, el Departamento de Territorio se ha comprometido a buscar fondos europeos para financiar la posible instalación de diques inteligentes en el litoral.