Optimismo entre los comerciantes de Tarragona y Reus después de la primera semana de la fase 2

La reapertura de los centros comerciales el lunes con el paso a la fase 2 de la desescalada no ha alterado sustancialmente la actividad en el pequeño comercio, según Minguella. En cambio, sí que se ha notado menos afluencia a las tiendas por la apertura de las playas y la relajación de las restricciones. «Cada vez que nos dan un trago de aire por poder hacer cosas diferentes nos entregamos con desesperación. Ya está bien que vayan (en la playa)», apunta a la presidenta del Tomb de Reus, Gemma Molné.

Temporada de verano incierta

Según La Vía T, tan sólo han cerrado tres establecimientos de la asociación a consecuencia de la pandemia, indica Minguella. En el caso de Reus, no lo ha hecho ninguna tienda adscrita a la asociación del Tomb. Con todo, el comercio de proximidad teme que pueda haber cierres más adelante, una vez haya pasado el verano y haya que afrontar los pagos aplazados por las circunstancias actuales –como las cuotas de los autónomos o del género que no se ha vendido. Por este motivo, los comerciantes están expectantes con la evolución de la temporada veraniega y a la llegada de turistas.

«La temporada de verano será muy diferente respeto al que estamos acostumbrados y es posible que a en octubre o noviembre haya algún susto», vaticina la representante de los comerciantes reusenses. Según Molné, si los empleados de la hostelería, la restauración o el comercio de los principales núcleos costeros «no hacen en agosto» este verano, eso se podría acabar traduciendo en una bajada del consumo en general.

En la misma línea, el presidente de La Via T de Tarragona alerta que las pérdidas económicas son importantes. «Aunque hemos podido hacer ERTO y renegociar algunos alquileres, el pequeño comercio ya estaba tocado de antes. Ahora tendremos que ver cómo lo afrontaremos. No será fácil, pero soy optimista», completa Minguella.

Llamamiento a recuperar el bullicio de las calles

Ambas entidades piden a la ciudadanía que confíe en las tiendas de proximidad y emplazan a las administraciones a promover iniciativas conjuntas con el fin de revitalizar los negocios y evitar duplicar esfuerzos. «Si los clientes no nos ayudan a salir adelante esta temporada tan difícil, algunos no saldremos adelante y el goteo de cierres que ya hace un tiempo que sufrimos no se detendrá. Nos tienen que ayudar a no perder la autenticidad del comercio propio de cada ciudad», valla Molné.