Turismo
Satisfacción entre los campings de Tarragona que ya han abierto a pesar de la baja ocupación
Confían en que con el avance de la desescalada lleguen turistas y valoran positivamente tener clientes de proximidad
El grosor de la actividad se ha vivido el sábado y domingo. El fin de semana pasado alojaron una cuarentena de familias, menos de un 10% respecto del mismo fin de semana del año pasado. «No es mucho pero son muchos más de los que esperábamos. Estamos contentos», señala Trillas. Después de la avalancha de cancelaciones, las reservas se reactivan con cuentagotas. Incluso ya tienen una de un cliente francés para el verano. «Da esperanza», constata Trillas.
Desde que el lunes pudieron abrir la piscina con el paso a la fase 2, la actividad se ha animado un poco más entre semana. Los fines de semana llegan caravanas, autocaravanas y algún campista, pese a que la mayoría se alojan en móvil homes y bungalows. Son de Tarragona, Reus o Valls, entre otros. «Hay quiénes no habrían pensado nunca en alojarse a tan pocos kilómetros, pero no hay que hacer muchos para ir de vacaciones», subraya el propietario del camping.
Con el avance de la desescalada también se está reincorporando la plantilla. La previsión es tenerla casi toda a punto el lunes con Sant Joan y julio en el horizonte. «Aunque la gente del área metropolitana de Barcelona no puedan venir, nos preparamos igualmente para que los de Tarragona se animen a salir y a hacer una verbena cerca de casa», apunta Trillas.
Confianza en el turismo internacional
En una línea similar se expresa Manel Vilajosana, director del camping La Torre del Sol, de Mont-roig del Camp. «Empezar a ver gente en el camping es como si recuperáramos cierta normalidad», indica. Este último fin de semana han tenido una cincuentena de llegadas, «muchas menos que en las mismas fechas de años anteriores», pero dada la situación actual «es gratificante». Y añade: «quizás la temporada no será tan catastrófica como hemos estado pensando hasta ahora».
Vilajosana confía en «las ganas de hacer vacaciones» que tiene todo el mundo, también los extranjeros, que «quieren entrar». El director del establecimiento ve con buenos ojos la propuesta del ministerio de Asuntos Exteriores que permitiría que los territorios que se encuentren en una fase de desescalada superior puedan recibir antes turismo internacional. Una situación que para el camping La Torre del Sol sería beneficiosa, ya que el 80% de la clientela es extranjera. Mientras no llegan, Vilajosana apuesta para que el turismo de proximidad «salve un poco la temporada».
De hecho, según apunta, el 90% de las reservas que tienen de momento son de turistas del Estado. «Hasta ahora todo eran anulaciones y ahora vuelve a haber reservas. Estamos en una situación de impàs y tenemos que ver el vaso medio lleno», señala.
En el interior en busca de paz
También abrió a las primeras de cambio el Camping Prades Park, concretamente el 15 de mayo. Desde entonces han recibido familias «interesadas en la naturaleza y concienciadas en aplicar las medidas de seguridad», señala Mireia Sans,una de las responsables. Sans destaca que, de momento, tienen una ocupación de entre el 15% y el 20%, un volumen similar a la de años anteriores poresta época, si bien ha percibido una bajada los fines de semana. «Los clientes parece que se van auto-regulando. Los que prefieren más tranquilidad vienen entre semana, y otros lo hacen el fin de semana», comenta. Principalmente han recibido familias, pero también personas que pueden trabajar a distancia y han optado por hacerlo desde un entorno diferente.
Además, se muestra optimista de cara a la temporada de verano. «El cliente nos pide estar en un sitio seguro y tranquilo. Los bungalows tienen privacidad, se puede cocinar dentro o pueden pedir la pensión completa y comérselo allí. Ven que es un alojamiento seguro», destaca Sans. Donde sí que tendrán que tener más cuidado es en los espacios comunes, como en los lavabos, piscina o restaurante, donde tomarán una serie de medidas que harán que «no esté el aforo de siempre». De todos modos, cree que no habrá una afectación directa hacia el servicio que reciban los clientes porque «nunca ha habido masificación».
Con el fin de garantizar las medidas higiénicas reforzarán la limpieza, pero Sans encuentra que no les supondrá un gran esfuerzo adicional. «Lo que haremos es concienciar a los clientes de que utilicen los EPI y se laven las manos a menudo. Queremos seguridad paranuestro equipo humano y para los clientes», detalla.
Preparando la apertura
Antes de que la temporada turística llegue a su tramo decisivo -que se prevé que coincida con la llegada de turistas extranjeros por la apertura de fronteras el 1 de julio-, otros establecimientos empezarán a abrir puertas. Uno de ellos es el hotel Best Terramarina, de La Pineda (Vila-seca), que arrancará el 5 de junio. De hecho, será el primer hotel dedicado exclusivamente al turismo vacacional de la Costa Daurada al recibir clientes.
Según ha indicado la cadena hotelera, «ofrecerá todos los servicios habituales aplicando las nuevas directrices recomendadas por l'Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), además de su propio protocolo interno». De entrada, tendrán precios especiales para los habitantes de la demarcación de Tarragona que, de rebote, serán los únicos que podrán acceder, porlas fases de la desescalada.
También se prepara para recibir clientes el camping Playa Montroig. Tenían previsto abrir en marzo pero la crisis de la covid-19 lo ha retrasado hasta el 12 de junio, y para los primeros días afirman que ya tienen reservas. «Sus 35 hectáreas de superficie lo convierten en uno de los campings europeos mayores en extensión, pero no en capacidad, consiguiendo que sea un lugar tranquilo y sobre todo, con espacio», expone el establecimiento en una nota, poniendo en valor poder garantizar las distancias de seguridad. Además, limitarán el aforo en zonas comunes como el restaurante, la piscina, los lavabos o la lavandería.