La DON Conca de Barberà redobla la apuesta por el enoturismo para paliar la crisis de la covid-19

La Denominación de Origen constata «una caída notable de la facturación», que se podría situar entre el 70% y el 90% durante los meses «duros» de la crisis. Las bodegas que operan bajo este sello confían en que el segundo semestre les permitirá enderezar las cuentas, porque es cuando acostumbran a concentrar las ventas. Sin embargo, creen que la facturación anual se acabará resintiendo fuerza y que la bajada del 2020 podría situarse en torno al 50%.

Con el fin de ayudar a recuperar la actividad, los viticultores han puesto en marcha la campaña 'Escápate a la Conca', que consiste en regalar visitas enoturísticas que se harán durante los meses de julio y agosto. De las dieciséis bodegas participantes, la mitad no se dedicaban antes al enoturismo, pero a raíz de la covid-19 han visto en esta oferta una nueva ventana de oportunidad. Es el caso de la bodega SuccésVinícola, una empresa que produce unos 75.000 kilogramos de uva ecológica y que exporta el 85% de la producción de vino en los Estados Unidos, el Canadá y Europa.

Durante el confinamiento, las ventas de esta bodega nacida hace nueve años se redujeron drásticamente y quedaron limitadas a la venta directa a la clientela del entorno. Una vez superado lo peor, han decidido adentrarse en la oferta del enoturismo y sumarse a la campaña. «Queremos agradecer el apoyo recibido», apunta Mariona Vendrell, copropietaria de Succés Vinícola. «Somos una pequeña empresa y tardaremos en recuperarnos y, aunque nacimos en una crisis y no hemos conocido las vacas grandes, soy optimista», añade.

Las visitas guiadas, sin embargo, no salvarán las ventas perdidas. Con todo, la DO cree que esta iniciativa puede servir de estímulo para el turismo del territorio y, también, para la venta de vino. «Quien venga a visitar las bodegas comerá en algún restaurante de la zona, que son nuestros principales clientes, y otros valorarán quedarse más de un día por la oferta cultural y el patrimonio natural. Todo eso puede ayudar a reactivar el sector», confía Andreu.

La campaña de promoción ha tenido tanto éxito que todas las visitas se han agotado en tan sólo una semana. Por eso, repetirán la experiencia y ofrecerán 750 cupones más para dos personas a partir de la semana que viene. De esta manera, habrán regalado 3.000 visitas para este verano. La DO y las bodegas están pendientes de que se permita la movilidad entre regiones sanitarias para organizar las actividades en las viñas a en julio y agosto, dado que muchos de sus clientes provienen de la demarcación de Barcelona. También son optimistas respecto de la fiesta de la vendimia, que confían poder celebrar «con normalidad» a final de verano.

«Ligero» repunte de ventas a la DO Tarragona

El optimismo también va llegando poco a poco a las bodegas de la DO Tarragona, que han visto cómo las ventas de vino se recuperan «ligeramente» por la reapertura de bares y restaurantes. Sin embargo, en las últimas dos semanas -ya en la fase 2- las bodegas han recibido clientes en «cuentagotas». «Hay mucha cautela. Las visitas enoturísticas son muy tranquilas y poco viables económicamente», expresa el presidente de la DO, Vicenç Ferré.

A raíz de la pandemia, la entidad vitivinícola prevé readaptar las visitas en espacios más abiertos, como las viñas. Ferré explica que en su bodega, Mas Vicenç, esperan alcanzar el mismo número de visitantes que el verano pasado. «Si llegamos a las 2.500 personas será todo un éxito», admite, a la vez que confía en que la ciudadanía sea más «sensible» con el producto de proximidad. Aparte, la DO Tarragona trabaja para organizar una fiesta para celebrar la reapertura de las bodegas y la superación de la crisis sanitaria.