El Ayuntamiento de Salou desalojará Omar para ampliar un aparcamiento

Omar Mohammed Yaki, un vecino de Salou que reside desde hace dos años en una caseta de Renfe, tendrá que marcharse hoy a causa de unas obras del Ayuntamiento de Salou. Concretamente, según fuentes municipales, el proyecto al que van destinados los terrenos al lado de la vía del tren –ahora sin servicio– es la ampliación del aparcamiento disuasorioque ya hay al lado, al final de la calle Berlín.

El plan de inversiones por el mandato 2019-2023 del Ayuntamiento de Salou fija un plan de mejora del asfalto en los terrenos donde ahora hay vegetación. La voluntad del Ayuntamiento es derribar la caseta donde vive Omar y dice que no lo hará hasta que no pueda realojarlo. Según la Policía Local, la ampliación del aparcamiento es una medida que «favorece el interés general de la población, vista la falta de sitios para aparcar que hay en el parque urbano y que está contemplada en el nuevo Plan de Movilidad para descongestionar el centro del municipio». El cuerpo policial añade que ha recibido quejas vecinales de acciones «que pueden poner en peligro tanto su seguridad como la de los mismos vecinos como, por ejemplo, hacer hogueras para calentarse». Por el contrario, el mismo Ayuntamiento decía la semana pasada que no había recibido ninguna queja sobre este hombre, que sufre problemas de movilidad.

Atención de Servicios Sociales

La Policía Local era consciente de que Omar vivía en esta caseta e incluso lo habían ayudado en varias ocasiones y le preguntaban cotidianamente su estado de salud. Por su parte, el hombre se quejaba de que desde Servicios Sociales del Ayuntamiento no lo habían ayudado, mientras que el gobierno dijo ayer en un comunicado que él no había pedido nunca ninguna ayuda. Una vez conocida la amenaza de desalojo –inicialmente sin identificarse–, Servicios Sociales ha intentado encontrarle una alternativa provisional de alojamiento. Fue ayer miércoles por la mañana cuando varios agentes se presentaron en el lugar para negociar su salida y se prevé que sea finalmente hoy cuando, habiendo recogido sus pertenencias, se marche finalmente de la caseta donde ha vivido sin suministro de agua ni de luz.

El domingo pasado se hizo una concentración por parte de la asociación que lo ha ayudado últimamente, Ni uno menos, exigiendo una «solución» al consistorio. Una solución definitiva a fin de que no sólo tenga un techo sino también que se pueda empadronar y conseguir así que lo atiendan en el sistema público de salud.