La primera semana de reapertura de escuelas en Tarragona sólo 'convoca' a un 10% de alumnos
A pesar de la baja asistencia registrada, Educación calcula que nueve de cada diez estudiantes pasarán por su centro hasta el día 19 de junio
El responsable de los servicios territoriales en Tarragona concreta que los que más están yendo físicamente a clase son los de los cursos de final de etapa, como 6.º de primaria, 4t de ESO, 2.º de bachillerato y los últimos cursos de los ciclos de Formación Profesional. Con todo, pone en valor la tarea de los docentes para adaptarse a las nuevas circunstancias.
Poco movimiento en el Catllar
Uno de los centros que devolvió a la actividad el 1 de junio fue el instituto escuela l'Agulla del Catllar (Tarragonès). El primer día tan sólo tres niños fueron a clase. Este martes tuvieron «un pico de más de veinte», explica el director, Francesc Seritjol, aunque la media ha sido «de entre cinco y diez». La escuela estaba preparada para recibir más de 40, de un total de 500 alumnos. «Vienen a hacer la despediday a recibir apoyo emocional», comenta Seritjol, que reconoce que el grueso del trabajo la siguen haciendo de manera telemática.
Además, el director destaca que no han tenido dificultades para aplicar los protocolos sanitarios y de distanciamiento durante estos días. Ahora, uno de los objetivos será poder hacer un acto de despedidacon los estudiantes de 4t de ESO, que el próximo curso cambian de instituto. «Lo haremos a nivel interno, con el equipo directivo, la tutora y los alumnos. Si en septiembre se puede, ya lo haremos como siempre, con las familias y los otros alumnos, que siempre les cantan una canción,» detalla.
Intentar conseguir la máxima presencialidad
En cuanto al próximo curso, Segarra adelanta que la previsión del departamento es «empezar el 14 de septiembre e intentar ir al 100% de presencialidad», especialmente eninfantil y primaria. «Lo vemos factible. Hay trabajo pero es factible», observación. Para conseguirlo, están haciendo una relación de los espacios que hay en cada centro, para adaptarse a las directrices que marque Salud. Al fin y al cabo, también implicará ampliar los recursos humanos y «a partir de aquí gestionar con las administraciones públicas los espacios que puedan hacer falta». El responsable de los servicios territoriales pone como fecha límite el 15 de julio para tener todos estos elementos encima de la mesa para tomar decisiones.
Sin embargo, Segarra asume que hay centros que no disponen de muchas alternativas. En estos casos propone «jugar con bloques de mañana y tarde, así como alternar la presencialidad y la virtualidad con los grupos mayores». «Hay muchas manera de organizarnos», valora.
Casals de verano garantizados
Jean Marc Segarra también da por hecho que este verano habrá casales, tanto en julio como en agosto. «Tenemos las instrucciones del Procicat y de la Dirección General de Juventud» para hacer las actividades, comenta. Asegura que los casales se podrán hacer «con medidas estrictas», pero mucho más flexibles que a las fases 1 y 2. Así, se prevé una ratio de diez alumnos por cada monitor.
De hecho, desde la conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias se ha decidido ampliar de 5 a 11 millones de euros el presupuesto previsto para actividades de ocio educativo este verano. Eso incluirá un incremento de 1,15 millones de euros hasta 4,65 millones para becas, que beneficiarán a unas 40.000 familias. Además, habrá una nueva partida de un millón de euros para los organizadores de las actividades para adaptarlas a las medidas de seguridad por la covid-19 y 1,5 millones más para contratar a unos 140 profesionales de apoyo, incluso más allá del verano. El año pasado, 485.000 niños y jóvenes, y 64.000 monitores y jefes, participaron en 9.800 actividades de ocio de verano en Catalunya.