Sociedad
30 años al servicio de la Cruz Roja en el Priorat
Eduardo Guijarro, expresidente de la Cruz Roja Priorat-Falset, recibió la Medalla de plata por su trabajo
Nacido en una pedanía de Rincón de la Victoria, en la provincia de Málaga, Eduardo Guijarro llegó a Falset a la edad de veinticuatro años. Al cabo de poco tiempo de estar en el pueblo, explica él mismo, ya se juntó con diez o doce jóvenes para trabajar como voluntarios de la Cruz Roja. Desde entonces, Eduardo ha mantenido una colaboración muy estrecha con la entidad, hasta el punto que ha estado presidente desde los años noventa hasta el 2019. Es por eso que este mes de junio, el presidente autonómico de la Cruz Roja Cataluña, Josep Quitet i Toner, le ha hecho entrega de la distinción de la Medalla de plata de la Cruz Roja, «en agradecimiento a su tarea y dedicación durante más de treinta años».
«Yo he sido muchos años y estoy contento de la medalla», asegura Eduardo, aunque señala también que «hay mucha otra gente que también hace mucho trabajo a la Cruz Roja, durante todo este tiempo yo he conocido a muchas otras personas que también han trabajado mucho». De todos estos años, el expresidente tiene un buen recuerdo, a pesar de hacer memoria de algunos momentos en que tuvieron que superar dificultades para sacar adelante la oficina comarcal dado que «en un par de ocasiones estuvo a punto de cerrar». Así y todo, en estos treinta años de trabajo ininterrumpido, han sido motas los hitos conseguidos por el equipo de la asamblea del Priorat. Dentro del plan de acción de la Cruz Roja Española, la Creu Roja Priorat-Falset impulsó la conversión de Delegación a Oficina Comarcal. También gestionó la etapa donde se dieron los servicios en el puesto de socorro a pie de la carretera nacional y el transporte sanitario; y destaca el impulso de nuevos proyectos sociales por cubrir las necesidades de las personas más vulnerables de la comarca, como las entregas de alimentos o la atención en proyectos dirigidos a las personas mayores.
La Creu Roja Priorat-Falset da servicio a 9.971 habitantes, repartidos en veintitrés poblaciones distribuidas en cerca de 500 km2 de carreteras. «Estoy contento de haber sido presidente», admite Eduardo Guijarro, quien añade que en esta función lo más importante es «estar al servicio de la Cruz Roja, nunca hacer que la Cruz Roja esté al servicio del presidente». Ahora que se ha despedido de esta labor, Eduardo asegura sentirse tranquilo y contento, pero a la vez explica que sigue teniendo a la Cruz Roja «muy cerca», y por lo tanto no se ha desvinculado del todo, porque a menudo todavía se encuentra y habla con las personas que trabajan.
El acto de otorgamiento de la medalla de plata de la Cruz Roja a Eduard Guijarro estuvo encabezado por la actual presidenta de la asamblea, Rosa Subirats, y durante la ceremonia también se reconoció Mª Carme Bru Pellejà por el trabajo realizado durante treinta años como secretaría de la asamblea de la Cruz Roja en Falset. Además, se inauguró la remodelación de las instalaciones de la Cruz Roja Priorat-Falset y se presentaron de las nuevas actividades dirigidas a las personas mayores, un colectivo muy numeroso en la comarca del Priorat.