Unió de Pagesos celebra se agache en las tierras de secano las restricciones de la siega y recolección de herbáceos

El informe cuestionaba que la decisión de que tomó al conseller de Interior en el 2019 de prohibir la siega se basara en elementos técnicos, y ponía de manifiesto el «grave impacto económico» que tenía sobre el sector, que cuantifica en pérdidas de 1,5 millones de euros en el cereal de invierno y de 9,5 millones de euros en los cultivos herbáceos de verano, maíz, sorgo y girasol.

En este sentido, Unió de Pagesos valora positivamente la sustitución de la regulación que afectaba a las tareas agrícolas de la siega, y todos los cultivos herbáceos, por otra que sólo afecta a los cultivos herbáceos de secano, quedando excluidos los de las tierras de regadío, así como la adecuación del número de extintores o mochilas de agua para llevar por las embaladoras de cuatro a dos, «vista la dificultad física en incluir cuatro elementos en una embaladora», teniendo presente que «el maquinista sólo puede usar un aparato de extinción simultáneamente».

El sindicato también considera «adecuado» ampliar la obligación de llevar todos estos elementos de prevención de incendio a todos los niveles de alerta del Plan Alfa, dado que los datos «demuestran que la mayoría de incendios provocados por actividades agrarias relacionadas con la siega se han producido en niveles de alerta en los qué no era obligatorio, hasta ahora, llevar extintores y mochilas».

Finalmente, Unió de Pagesos recuerda que «los agricultoresson lod más interesados en evitar los incendios», ya que «sufre mayoritariamente las causas al perder el cultivo, los rebaños y las casas». «También es el campesinado quien colabora más en la prevención a través de las Asociaciones de Defensa Forestal, labrando vallas perimetrales, efectuando cortafuegos, y dando la alerta y señalando los caminos para llegar en caso de incendio», remarca al sindicato.

Por este motivo, Unió de Pagesos se opone a decisiones «arbitrarias e injustificadas» de cualquier departamento, que «pretendan ir más allá de las obligaciones establecidas por Agricultura», teniendo en cuenta «el bajo número de incendios que genera la actividad, ya que está regulada con consenso entre la Administración y los representantes del sector, y por las elevadas pérdidas económicas que tiene que soportar el campesinado cuando se obliga a detener la siega».