Seguridad Vial
Ocho de los radares rotos en la demarcación en noviembre siguen inactivos
El Servei Català de Trànsit considera que los daños ocasionados en tres aparatos por actos vandálicos son irreparables
Ocho de los diez radares que el pasado mes de noviembre fueron objeto de actos vandálicos en las carreteras de Tarragona no han vuelto a funcionar. La acción les provocó graves daños y tres aparatos tendrán que ser retirados de manera definitiva. La Direcció General de Trànsit informó ayer jueves a esta redacción que de los aparatos que quedaron estropeados, tres sufrieron daños no susceptibles de ser reparados y se tendrán que sustituir. Sin embargo, continúan activos otros elementos de control de velocidad, como cámaras en puntos como Tarragona (T-11), Sant Carles de la Ràpita, la Ampolla y Miami Platja (N-340), además de 37 cinemómetros fijos. Por otra parte, en las comarcas tarraconenses hay cinco radares-tramo, entre ellos el localizado en la ciudad de Tarragona, entre las Gavarres y el Nou Estadi.
Los hechos que todavía no han sido solucionados tuvieron lugar la noche del 18 al 19 de noviembre, cuando varios radares de control de velocidad fueron atacados de manera violenta. Los autores de los hechos rompieron cristales localizados delante de las cámaras y estas fueron golpeadas con la finalidad que no pudieran realizar el servicio. En el transcurso del ataque, también se utilizaron líquidos corrosivos y se tiró pintura, e incluso tres aparatos fueron quemados. Ninguna persona reivindicó estos hechos.
Siete meses sin funcionar
Aunque el Servei Català de Trànsit informó poco después de producirse el ataque que los radares fijos que fueron objetivo de la acción vandálica estarían en condiciones de volver a la actividad «en las próximas horas», el hecho es que han pasado casi siete meses de los hechos y los aparatos siguen sin funcionar. En este periodo de tiempos transcurridos desde que se produjeron los hechos el gobierno del Estado decretó el estado de alarma a causa de la pandemia de la COVID-19, circunstancia que ha podido incidir en la restitución o reparación de estos radares de las carreteras tarraconenses. En algunos casos, los aparatos permanecen envueltos, como uno localizado en la C-14, en las proximidades de la ciudad de Reus.
Como resultado del incendio que sufrieron tres de los radares, fue necesaria la participación de una dotación de Bombers de la Generalitat. Los fuegos se produjeron entre las 22.24 y las 23.11 horas a los sistemas de control de velocidad situados en la T-11 en Reus, en la C-14 en Vila-seca y en la C-14 en la Selva del Camp. Por su parte, los Mossos d'Esquadra iniciaron una investigación para tratar de determinar la autoría de los hechos relatados.
Los actos vandálicos tuvieron lugar en puntos bastante distantes del Campde Tarragona y en varias comarcas. La acción afectó radares localizados, entre otros puntos geográficos, en la carretera N-340 en Mont-roig del Camp, en la C-37 en Valls, en la N-240 en Montblanc, en la T-310 en Montbrió del Camp y, también, en la TV-3141 en Cambrils.