Una historia de hace 13.000 años

La inspiración es a menudo caprichosa y se esconde donde menos se espera. En el caso de la escritora Teresa Duch, estaba oculta en un grabado de piedra del Paleolítico Superior. Se trata de un hallazgo que un equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y el Área de Prehistoria de la URV hicieron al yacimiento Molé del Salt, en Vimbodí y Poblet. Este paraje es propiedad familiar de Duch y, por lo tanto, el equipo investigador la mantiene al corriente de los hallazgos que se hacen. De entre los millares de piezas desenterradas al Molídel Salt, dos llamaron de manera especial la atención de la escritora: un grabado de piedra con la representación de la distribución espaial de las cabañas de un campamento, y un diente de una criatura, ambas con una antigüedad de sobre 13.000 años.

«Aquel diente fue el que lo desencadenó todo», asegura a Teresa Duch. Así nacía Camins de Pedra (Terra Ignota Ediciones), un libro de relatos con historias independientes que tienen un nexo común: la piedra de salpicadura que contiene el grabado paleolítico. Los relatos, explica la autora, transcurren por diferentes lugares y épocas históricas, pero el punto de partida, Caminants, tiene lugar en el Molí del Salt.

A partir de aquí, aquella piedra grabada|gravada irá pasando de manos en manos a través de nuevos protagonistas, y viajará al Ullastret de los íberos, a la Tarraquna árabe, en Occitania, donde viajan dos chicos de Arbolí, o a Siena durante una carrera de Il Palio. En la última historia se cierra el círculo de la mano de un joven que viajará por Europa durante la Segunda Guerra Mundial y que será el encargado de devolver la piedra a su lugar original, donde muchos años después será descubierta por los investigadores. «En todos los relatos la protagonista es la piedra, que es quien toma la voz porque es la única que puede explicar todas las historias, porque sabe cómo han ido», detalla a la escritora.

«A raíz de escribir el primer relato, necesité información sobre la Prehistoria porque la que tenía era escasa. Manolo Vaquero, director del proyecto de investigación sobre el Molí del Salt, me dio la mayor parte y después también me tuve que documentar en otras fuentes para poder enmarcar el relato en un contexto fidedigno. Me gusta hacerlo siempre así: situar la ficción sobre un contexto real. Creo que da más consistencia a la historia y la hace más creíble», subraya Duch.

El grabado en piedra encontrado en el Molí del Salt es una pieza singular de arte mueble en un nivel del Paleolítico Superior en el cual predominan las figuras de animales y los signos abstractos. Por otra parte, nos habla de un arte profano, alejado de las implicaciones ideológicas que a menudo se atribuyen a las representaciones paleolíticas. Además, se trataría de uno de los primeros ejemplos de paisajismo documentados en la historia del arte, con la particularidad que en esta ocasión estamos por primera vez delante de un paisaje exclusivamente humano.