Diari Més

Verbena

Bengalas en los balcones y castillos de fuegos para celebrar la verbena desde casa en l'Espluga

Vila-rodona mantiene la hoguera, la actuación de los diablos y una cena popular por Sant Joan con medidas por la covid-19

Los diablos de Vila-rodona haciendo una actuación con pirotecnia durante la verbena de Sant Joan.

diablos de Vila-rodona, revtlla Sant JoanACN

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L'Espluga de Francolí (Conca de Barberà) ha vivido una verbena de Sant Joan más casera que nunca para evitar el riesgo de contagio de la covid-19. Este añoel Grup de Diables y el Ayuntamiento decidieron organizar una verbena atípica, pero que conservara los valores y tradiciones de la noche más corta del año. Una de las propuestas singulares ha sido la iniciativa «Il·lumineml'Espluga», que ha consistido en encender más de 1.500 bengalas desde balcones, terrados y ventanas de los hogares espluguenses. Acto seguido han empezado tres castillos de fuego casi simultáneos para que el espectáculo fuera visible desde todos los puntos de la población. Por su parte, en Vila-rodona han mantenido el encendido de la hoguera, la actuación de los diablos y una cena popular.

Los organizadores de la verbena espluguensehan trabajado un formato adaptado, que permitiera dar un sentido popular y participativo a la celebración de la tradicional verbena desde todos los hogares, implicando en las acciones a toda la ciudadanía. «Hemos invitado alos espluguenses a participar de esta fiesta popular desde las casas. Es un cambio de paradigma porque estamos acostumbrados a vivir la fiesta y la cultura popular en la calle», ha apuntado al ACN el concejal de Cultura y Fiestas, Enric Mercadé.

La celebración ha empezado por la tarde con la llegada de la Flama del Canigó, con un circuito por las calles de la mano del Club AtlèticEspluguí. El municipio es, históricamente, uno de los puntos de reparto de la llama y representantes de más de una decena de municipios de la comarca han acudido a recogerla en el único acto de carácter público que se ha celebrado.

La propuesta más singular de la verbena, sin embargo, ha sido la iniciativa «de iluminar» l'Esplugacon bengalas encendidas desde los hogares del pueblo. «Teníamos claro que este año la verbena no podía concentrarse en un lugar ni reunirnos como nos gusta», ha manifestado Adrià Roca, el presidente de los Diables de l'Espluga, una entidad que este año tenía que celebrar el 30.º aniversario.

A las once de la noche decenas de vecinos han encendido las bengalas para iluminar desde los balcones y terrados la población y mantener viva, así, la llama de la verbena. Los niños y niñas de hasta doce años han podido recoger la suya en la Oficina de Turismo en los últimos días, y los hornos y pastelerías del pueblo también la han entregado por cada compra de una coca de Sant Joan. La propuesta de los Diables de l'Esplugay las concejalías de Cultura y Comercio también ha querido incentivar el consumo local de producto artesanal y de calidad.

Poco después han empezado tres castillos de fuegos, renovando el formato habitual para hacerlo visible desde todos los puntos de l'Espluga. Normalmente los espectáculos se concentran en la plaza del Casal y reúnen a muchos vecinos, y de esta manera se ha podido visualizar desde todos los rincones. A continuación, se ha hecho la lectura del Manifiesto de la Verbena de Sant Joan a través del sistema de voz pública y la radio municipal.

Hoguera y actuación de los diablos en Vila-rodona

En Vila-rodona (Alt Camp) el momento álgido de la verbena ha llegado poco antes de las nueve de la noche cuando los diablos y los grupos de tamborileros han llevado la Flama del Canigó desde el Portal d'en Parera hasta la Plaça dels Arbres. Después se ha leído un manifiesto y se ha encendido la hoguera, donde también se han quemado los deseos que la ciudadanía había introducido dentro de un buzón durante la jornada.

La actuación de los diablos ha cerrado la primera parte de la celebración, que ha acabado con una cena popular con mesas en la calle, en el local de ferias y en el local joven, que requería de inscripción previa. Los vecinos se han llevado su comida -e incluso el vaso-, pero han disfrutado de bebida y coca a cargo del Ayuntamiento. También se ha organizado una actuación musical itinerante, todo en medio de varias medidas de seguridad por la covid-19.

El alcalde, Ramon Maria Bricollé, ha explicado al ACN que este año, a pesar de ser un año «excepcional», no han querido renunciar a celebrar la noche del solsticio de verano. «Lo hacemos manteniendo todas las obligaciones del mandato de la covid-19, con distanciamiento y con un programa de actos en el que no se aglutine demasiada gente», ha señalado. El alcalde se ha mostrado satisfecho por haber podido celebrar la fiesta aunque ha admitido que «no ha tenido la aceptación de los años ordinarios».

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