Patrimonio
El Departament de Cultura restaura el retablo de la purísima de la iglesia del Real Monasterio de Santes Creus
El mueble presentaba una patología diversa derivada de humedades y un ataque de insectos que había debilitado la estructura
La intervención que se ha hecho ha consistido en desmontar el retablo y llevarlo al CRBMC, donde se ha llevado a cabo la consolidación, la estabilización y la limpieza del soporte; la fijación de la policromía en peligro de desprendimiento; la limpieza selectiva de la superficie policromada y dorada, para retirar las acumulaciones de polvo y suciedad y conservar el barniz de protección de la anterior intervención, y, para acabar, el montaje del retablo en su lugar de origen, pero con una nueva estructura modular de aluminio anodizado. Esta nueva estructura mujer respuesta a los problemas de humedad por capilaridad, ya que el retablo se ha separado del suelo y del muro. La estructura hace las funciones de apoyo de los diferentes elementos de madera del retablo y, además, hace de posible andamio para posteriores controles de su estado de conservación.
El CRBMC ha llevado a cabo, estos últimos años, y de forma continuada, intervenciones de conservación y restauración de los bienes muebles del conjunto monástico, adscrito a la Agència Catalana del Patrimoni Cultural. Entre otros, destacan las actuaciones de conservación y restauración del retablo mayor, obra de Josep Tramulles, fechada entre 1647-1651, y de los dos retablos manieristas de los pies de la iglesia: el retablo de Sant Joan y el de la Verge del Bon Consol, ambos de principios del siglo XVII y de autor desconocido.
Actualmente también está trabajando en la restauración de la caja del reloj, una actuación que ha puesto al descubierto varios objetos ocultos entre los escombros y la suciedad acumuladas dentro de la estructura de madera. El hallazgo más curioso son fragmentos de naipes que, según los primeros análisis, fecharían del siglo XVI. En la base de la caja también han encontrado fragmentos de un pergamino y de una carta antiguos, un zapato y el pitorro de una pequeña botella que alguien abandonó.