Sociedad
Un 40,5% de los casos atendidos en Proyecto Hombre en Tarragona es por alcohol
La entidad atiende a 224 personas de la demarcación durante el 2019 en los centros de Tarragona y Tortosa
La ONG para las adicciones Proyecto Hombre Cataluña ha atendido durante el 2019 a 224 personas de la provincia de Tarragona con problemas de adicciones, así como sus familias. De estas 224, 175 son de las comarcas del campo de Tarragona y las otras 49 de las Terres de l'Ebre.
Un 40,5% de los usuarios atendidos lo ha hecho por problemas con el alcohol. La entidad explica la dificultad en superar esta adición debido a la tolerancia social. El alcohol se caracteriza por ser una sustancia legal, accesible, económica y con un consumo muy extendido socialmente.
Después del alcohol, la cocaína es la segunda droga que más demandas provoca con un 36,8% de los casos. Lesigue el cannabis con un 9,8% de los caso, la cual es la sustancia más problemática entre los adolescentes y jóvenes de hasta 23 años. Por otra parte, un 7,6% de los casos son de personas con ludopatías u otras conductas adictivas y un 1,6% son de personas con consumo de heroína.
Un 77,4% de las personas atendidas son hombres y un 22,6% son mujeres, siendo el porcentaje femenino ligeramente más alto que el de la media de toda Cataluña (16,7%). La media de edad es de 39 años y los municipios de procedencia con mayor demanda de ayuda son Tarragona, Vila-seca, Reus, El Vendrell, Tortosa y Calafell.
Tratamiento adaptado por la pandemia
Durante los meses de confinamiento, los centros de Proyecto Hombre en Tarragona y Tortosa tuvieron que suspender la atención presencial y llevar a cabo las diferentes actividades y sesiones, tanto grupales como individuales, a través de videoconferencias y llamadas telefónicas.
El confinamiento ha acelerado un proceso de transformación digital que permitirá seguir atendiendo a las personas usuarias mientras sean necesarias ciertas medidas de distanciamiento y ha abierto la puerta también a mantener canales de atención en línea de forma permanente. Aun así, en las últimas semanas ya se ha ido reanudando la atención presencial, de forma gradual y limitada a las restricciones actuales.
El periodo de confinamiento ha tenido efectos para las personas con adicciones como pérdida de hábitos y rutinas, carece de motivación, sensación de soledad, aumento de los conflictos con la familia o bien un impulso del deseo de consumir drogas y un aumento del riesgo de sufrir recaídas. Destacan los casos de personas que tenían un consumo leve o moderado de alcohol y que lo han incrementado por el hecho de estar en un ERTEy no trabajar durante este periodo. También preocupa el estado de aquellas personas con patología dual (trastorno mental y adicción a la vez), que han sufrido más los efectos psicológicos del confinamiento y su salud mental se ha visto agravada.
Por otra parte, el confinamiento se ha convertido al mismo tiempo en una oportunidad para muchas personas para tomar conciencia que sufrían una adicción y que se han decidido a pedir ayuda. A menudo, el mayor tiempo de convivencia en familia ha hecho más visible el problema y los familiares han hecho presión a iniciar un tratamiento.