Isaac Cano, el inventor de La Canonja

Isaac Cano es un vecino muy conocido en La Canonja por su trabajo como conserje en la escuela. Lo que quizás no es tan conocida es su faceta técnica, ya que Isaac tiene como principal afición la mecánica y la tecnología. En el taller de su casa se pasa las horas montando y desmontando objetos, buscando soluciones para problemas no resueltos y mejorando objetos que podrían ser mejores. Aunque hace muchos años que dedica las horas libres a esta pasión, no ha sido hasta este año que ha dado el paso definitivo para convertir esta afición en un negocio real. Lo ha hecho con su primer proyecto patentado: un circuito para vehículos de radiocontrol.

«Se trata de un circuito inflable que se puede adaptar a varias formas y tamaños, y que se puede utilizar tanto en el agua como en el suelo», detalla a su creador. La idea, explica Isaac, se le ocurrió un día en una juguetería, mirando los vehículos de radiocontrol: «A mí siempre me han gustado mucho. Me miraba una lancha, pero se me ocurrió que no tenía dónde ponerla. En la playa puede ser un peligro, en un pantano tampoco la puedes utilizar... Así que busqué si había algún circuito para hacerla funcionar y, cuando vi que no existía, lo diseñé yo». El resultado es un circuito que permite recorrer o incluso hacer carreras entre varios competidores, que incorpora luces led, contador de vueltas y radar de velocidad. La idea consiste en fabricarlo con termosellado y que sea muy fácil de hinchar y desinflar. «Una vez lo has utilizado, le sacas el aire y queda comoplanchado , y así ya lo puedes guardar en la caja», explica Isaac. Además, como el material con que está hecho el circuito no es rígido, los vehículos no sufren si impactan con los laterales a gran velocidad. Además, de esta manera se evita también la pérdida del vehículo o que este acabe invadiendo el espacio de otras personas cuando se juega en zonas abiertas o públicas.

Aunque, en un principio, el invento que diseñó Isaac estaba pensado para los niños de 5 a 11 años, enseguida se dio cuenta de que podía tener más aplicaciones, y que incluso los adultos aficionados al radiocontrol lo podrían utilizar. Sólo sería cuestión de adaptarlo altamaño y las necesidades.

Isaac había tenido muchas otras ideas antes que esta, pero nunca hasta ahora había registrado la patente. Ahora, el circuito inflable para vehículos a radiocontrol ya es oficialmente propiedad suya desde el pasado 6 de junio. Isaac se puso en contacto con Inventos Eureka, una plataforma de representación de inventores fundada en Barcelona que está especializada en la gestión comercial de las patentes. «El paso siguiente es encontrar empresas dispuestas a vender el producto, y lo último será buscar una empresa que lo quiera fabricar», detalla el inventor. «Yo lo he diseñado pero no lo puedo fabricar», aclara.

De cara al futuro, Isaac se muestra prudente a la hora de explicar qué nuevas ideas le rondan por la cabeza. En el ámbito de la invención no es suficiente con tener buenas ideas, sino que también hay que ser rápido a la hora de patentarlas. Otras veces, admite, ya había tenido otras buenas ideas y se encontró con que alguien más se le había avanzado.