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Agricultura

Los campesinos de la avellana: «O nos apretamos todos el cinturón o no podremos aguantar»

Los productores del Camp de Tarragona piden a los operadores que reduzcan sus márgenes en un año dónde la cosecha caerá un 60%

Rafel Español, responsable nacional del sector de la fruta seca de Unió de Pagesos, amontonando avellanas en su finca del Morell.

Los campesinos de la avellana: «O nos apretamos todos el cinturón o no podremos aguantar»ACN

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Los campesinos productores de avellanas piden a los operadores comerciales que este año reduzcan los márgenes para poder sobrevivir. En un año donde se prevé que la cosecha bajará un 60% reclaman que la libra se pague como mínimo a dos euros, el equivalente al precio de coste. Pero el primer precio que ha publicado la lonja de Reus por la avellana negrita es de 1,90 euros la libra. «O nos apretamos todos el cinturón o no podremos aguantar», alerta Rafel Español, responsable nacional del sector de la fruta seca de Unió de Pagesos. «El campesino no sé cómo lo hará», lamenta, y alerta de que jóvenes agricultores que en los últimos años han empezado a trabajar en el campo no resistirán la sacudida. Además, reclama poner en valor el producto vendiéndolo en el mercado de proximidad.

Español explica que la campaña de este año será «muy corta» y que en pocas semanas tendrán terminada la cosecha. La razón es que los árboles «ya venían tocados de las ventoleras del 2018» y las lluvias del invierno y la primavera, «cuando los avellanos polinizaban», lo acabaron de estropear. La situación todavía es peor en algunos municipios del Tarragonès y el Alt Camp, como Vilabella, els Garidells, Perafort o la Secuita, donde los aguaceros de hace unos diez días se llevaron un 90% de la cosecha.

Con todo, aclara que el hecho de que «el año sea mejor o peor dependerá de los precios». De momento, no han empezado muy bien. El precio inicial marcado por la lonja de Reus es elmismo con elquecerró el año pasado, por debajo del precio de coste. Hace unos días, campesinos, lonja, operadores y representantes de los Servicios Territoriales se reunieron para abordar la problemática. «Todos dijimos que tenemos que estirar del carro», valora Español. Ir a una a la hora de impulsar la venta de proximidad «y sacar el máximo valor añadido a la avellana». «Como se ha hecho con el turismo», ejemplariza el representante de Unió de Pagesos. En este caso, eso se concretaría con embolsar el grano del fruto, exportar menos y hacer una campaña de promoción. «Nosotros decimos que si se puede hacer venta de proximidad, el 1,90 euros se puede convertir en dos y pico, y así salvar el sector», completa.

De hecho, el Campde Tarragona produce una poco más del 80% de las avellanas de Cataluña, y entre un 40% y un 50% de las que se consumen entodo el Estado. «Con las que se hacen aquí no tenemos suficiente y tenemos que importar», indica. Pero sin embargo, parte de la cosecha catalana se va al extranjero, a países como Alemania o los Estados Unidos. Para Español, si toda la producción se consumiera en el Estado tendrían más valor y permitiría que los campesinos «pudieran aguantar el trompazo». Especialmente los jóvenes agricultores que desde hace unos años trabajan la tierra. «Tienen mucho empuje pero les costará», adelanta.

Y este año el campesinado no confía en recibir subvenciones porque no ha habido ningún gran impacto climatológico. A raíz de la covid-19 los agricultores tienen al alcance una línea de crédito del InstitutCatalàde Finances(ICF), pero Español no cree que sea la solución porque los créditos se tienen que devolver.

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