Blanca Busquets: «Le Guin no escribe ciencia-ficción tecnológica con armas, sino que utiliza el género para explorarnos»
Rayo|Chorro Verde publica 'Les tombes d'Atuan' después de 'Els desposseïts', 'La mà esquerra de la foscor' y 'Un mag de Terramar'
Busquets, quien reconoce ser una gran seguidora de Le Guin, se inició en el mundo de la autora con la novela 'Els desposseïts' y admite que tuvo que poner mucho parto suya y creció su obsesión por la autora. En 'Els desposseïts', resalta, «está toda la creación lingüística además de la historia en sí que me enganchó mucho y también me costó».
Después de 'Els desposseïts' ha traducido de la autora, 'La mà esquerra de la foscor', 'Un mag de Terramar' y ahora recientemente 'Les tombes d'Atuan'. Busquets empezó el año 2017 a adentrarse como traductora en el universo de Le Guin, pero este viaje todavía está a la mitad. Busquets tiene que traducir cuatro obras más que publicará Raig Verd del ciclo de Terramar y uno del universo de Ekumen, que se titulará 'El nom del món és bosc', y un cuento posterior a 'La mà esquerra de la foscor'.
Busquets admite que es un poco complicado traducirla pero intenta ponerse en la piel de Ursula K. Le Guin cuando trabaja. En 'Els desposseïts', explica, tradujo una parte en el despacho de Raig Verd y se daban conversaciones «muy surrealistas» sobre como diría una palabra Le Guin si su lengua fuera catalán. ¿«Ella utiliza la lengua de una manera muy personal e intento pensar si su lengua materna no fuera el inglés y fuera el catalán, como lo haría»? Explica que cuando se enfrenta a una traducción de Le Guin intenta documentarse mucho, leer mucho sobre ella y textos que ha escrito más allá de los libros que traduce. «Intento hacérmela mía el más posible».
«Si lo tuviera que traducir alguien que no leyera o no le apasionara el género no lo disfrutaría de la manera que yo lo disfruto. Los otros libros que he traducido en general me han gustado y siempre aprendes mucho, pero no hay comparación como traducir ciencia-ficción y fantasía». Destaca que Le Guin no escribe ciencia-ficción tecnológica con armas y naves, sino que utiliza el género «para explorarnos. El género fantástico da una libertad bruta por eso».
A veces, reconoce, avanza muy rápido en la traducción, «párrafo tras párrafo» y a veces puede pasar una hora en un párrafo. «Le Guin escribía muy bien y a veces es incluso un poco complicada». «Con 'Les tombesd'Atuan' recuerdo cuándo la protagonista está dentro de un laberinto y me perdí dentro..., iba siguiendo las indicaciones en el mapa para estar segura de que lo traducía bien y me perdí y ya no sabía dónde estaba».
Apunta que una de las grandes características de la autora es que se da mucho espacio para rectificar y para desarrollar lo que explica. «Escribe sobre una cosa y años después lo reanuda y lo vuelve a explorar». Asegura que uno lee Terramar y se da cuenta de que Le Guin nunca escribe lo mismo, siempre busca una perspectiva nueva y temas nuevos, y eso es otra cosa que me atrae mucho de ella».