Más de 200 personas han vuelto a manifestarse este domingo por la tarde en l'Arboç (Baix Penedès) para denunciar el cierre de la división Glass de la fábrica de Saint-Gobain. Los trabajadores han cortado l'N-340 por cuarto domingo consecutivo al grito de 'No al cierre'. La plantilla está pendiente de las negociaciones con la dirección de la multinacional, que han empezado a las doce de este mediodía en el Departamento de Trabajo. Según fuentes de la empresa uno de los principales escollos es el bloqueo de los piquetes en el centro logístico en Bellvei. «Vemos muy negro el cierre del horno, no es un tema económico sino que de estrategia empresarial, estamos luchando para la recolocación de todos los compañeros», ha manifestado en el ACN Gabriel Curieces, miembro de UGT.
Los representantes sindicales y los alcaldes de Banyeres del Penedès y de l'Arboç han informado a los trabajadores de que las negociaciones con la dirección de la multinacional seguían en pie a las seis de la tarde, con la mediación del Departamento de Trabajo en Barcelona. Acto seguido, la protesta ha arrancado puntualmente y los manifestantes han vuelto ha cortar l'N-340 a su paso por el municipio de l'Arboç al grito de 'No al cierre de Saint-Gobain' y clamando consignas a favor de la clase obrera.
La movilización, que se ha alargado más de una hora, ha retornado a la fábrica, donde los sindicalistas han llamado a dar apoyo a los trabajadores que mantienen el bloqueo en el centro logístico de la empresa a Bellvei. La plantilla no quiere levantar el bloqueo de este almacén que suministra a las grandes fábricas automovilísticas, como Seat, Ford o Mercedes, hasta que no alcanzan un acuerdo que garantice la recolocación de los 122 trabajadores -afectados por el ERE de la división Glass- en la planta de Sekurit.
La plantilla tiene previsto mantener las movilizaciones y ya han vuelto a convocar una manifestación para el próximo domingo a las seis de la tarde.