Industria
La planta de IQOXE que explotó, en proceso de desmantelamiento
La compañía empezó la limpieza hace una semana, al día siguiente de obtener el último permiso
IQOXE ya ha empezado a desmantelar la planta que explotó el 14 de enero, provocando la muerte de tres personas y la conmoción de toda una ciudad. Concretamente, fue el lunes pasado cuando la compañía química obtuvo el último de los permisos que necesitaba, el del Ayuntamiento de la Canonja, para empezar con la limpieza de los restos del fatídico accidente. Previamente ya había obtenido la luz verde por parte del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya para empezar el proceso, que durará, al menos, una semana más.
La encargada de las tareas de desguace es una empresa especializada de Tarragona. Hoy por hoy sólo se ha trabajado en la sala de control, un edificio que quedó en escombros y donde se acaba de derribar paredes y muros en que quedaron destrozados. El juzgado de instrucción número 1 de Tarragona permitió a IQOXE poder entrar por primera vez en la zona cero el 1 de junio, después de que se hubieran llevado las investigaciones pertinentes para poder aclarar la causa de los hechos. La compañía contrató entonces una empresa que realizó un estudio sobre cómo proceder al desmantelamiento del espacio.
La compañía química ya anunció que la planta accidentada no se reconstruirá y, por lo tanto, quedará muy limpio una vez se acaben los trabajos de desmantelamiento. Cuando los operarios hayan terminado los trabajos en la sala de control procederán a hacer el mismo con la estructura principal de la planta, que quedó totalmente doblada a causa de la deflagración. El desguace de esta parte se tendrá que hacer con maquinaria específica y después de unos estudios previos por la complejidad de la estructura.
Los trabajadores, presentes
Además, tal como está establecido en el plan de trabajo, los antiguos trabajadores de la planta accidentada están llevando a cabo un control de las tareas de desmantelamiento por temas de seguridad, como vigilar que no queden restos de productos peligrosos en la zona.